Escoger una dieta acorde a nuestros objetivos es esencial a la hora de conseguir perder peso. Si lo que queremos es quitarnos de encima los kilos extra que hemos cogido durante el invierno para volver a caber en nuestra ropa de verano, lo mejor será seguir una que no tarde en empezar a surtir efecto. Eso sí, siempre teniendo en mente que los milagros no existen. Así que es importante que tener claro que las dietas milagro son peligrosas para la salud y que la mejor manera de adelgazar es de forma progresiva, gracias a una dieta saludable acompañada de ejercicio físico. Todas las que te mostramos a continuación, con la ayuda de los expertos de Vitónica, son una excelente opción.
Dieta keto o cetogénica
Si hay una dieta con la que se puede seguir comiendo de maravilla y obtener resultados esa es la dieta keto o cetogénica. Es aquella que induce un proceso denominado cetosis y, para lograrlo, resulta clave reducir al máximo la principal fuente de energía del cuerpo: los hidratos de carbono. Así nuestros organismo empezará a quemar grasas y a producir cuerpos cetónicos.
En total, los hidratos deben limitarse a un 10% de las calorías diarias o menos, por lo que debemos basar nuestra dieta en alimentos ricos en proteínas y grasas saludables como carnes frescas y magras, pescado o huevo para obtener proteínas. Esto no es tan sencillo como parece ya que muchos más alimentos de los que nos imaginamos contienen carbohidratos: alimentos como la leche, o los plátanos, incluso una manzana, la remolacha o las zanahorias pueden sacarnos de la cetosis.
Además, hay que evitar el azúcar, los cereales, las legumbres y derivados y, también, gran parte de las frutas y hortalizas. Las únicas opciones vegetales que son admitidas en una dieta paleo son los aguacates (en los que predominan las grasas), aceitunas, frutos secos y semillas pero, aún así, es necesario supervisar las cantidades ya que en grandes proporciones, y dependiendo de la persona, pueden romper el estado de cetosis.
Es importante tener en cuenta que se trata de una dieta con la que, sin un control adecuado, podemos caer en la cetoacidosis y generarnos malestares importantes. Por ello, no solo es recomendable que nuestra dieta este controlada por un nutricionista, sino que nuestro médico esté informado y nos haya hecho unos análisis previamente. Dicho esto, y como resulta tan compleja de llevar a cabo, a continuación os recomendamos algunos alimentos que serán vuestros mejores aliados en la despensa.
Dieta DASH
En sus orígenes, esta dieta estaba pensada para personas con problemas de hipertensión pero está demostrado que ayuda a perder peso. De hecho, según los expertos, se trata de la dieta más saludable y efectiva. Es básicamente una dieta basada en el consumo de legumbres, frutas y verduras, cereales siempre integrales, lácteos desnatados y carnes magras provenientes de pescados y de aves.
Deja fuera del carrito de la compra los ultraprocesados y reduce el consumo de carnes rojas, promoviendo más la obtención de proteínas a través de fuentes vegetales (legumbres) y carnes blancas. Se trata de una dieta reducida en grasas saturadas, ya que promueve el consumo de alimentos frescos frente a los procesados, además de ser también baja en sodio y en azúcares refinados (presentes en los "productos" y no en los "alimentos").
La dieta paleo (basada en vegetales)
La dieta paleo es una adaptación de un tipo muy concreto de alimentación del Paleolítico (se sabe que no se comía igual en todos los lugares habitados y en todos los momentos), que nos será muy útil para bajar de peso, si es lo que buscamos. Su mayor premisa es: come alimentos, no productos.
Su base es el consumo de proteínas magras provenientes de carnes y pescados, carbohidratos provenientes de frutas, verduras y tubérculos y grasas saludables provenientes de semillas y frutos secos. Quedan fuera las legumbres, los cereales y, en ocasiones, los lácteos.
No tiene por qué tratarse, como muchos quieren creer, de una dieta hiperproteica. Al contrario, la base de la dieta paleolítica se encuentra en esas frutas y verduras que nombrábamos antes. Pero, sobre todo, en el consumo de alimentos en detrimento de los productos procesados y en un estilo de vida activo.
Además de la pérdida de peso, la dieta paleo se ha demostrado eficiente también a la hora de ayudarnos a controlar la hipertensión y de controlar la glucosa en nuestro organismo, según los últimos estudios científicos al respecto.
Fotos | Unsplash y @sarasampaio