Mucho más campestre y bucólica que nunca se presentaba ayer en la carpa de Bryant Park la distinguidísima e inventora del wrap dress: Diane Von Furstenberg; sus modelos, cual ninfas de orígen indio americanas, con cintas de cuero y plumas, y flores naturales a modo de diadema, se paseaban ayer por la pasarela como si estuvieran disfrutando de un día en el campo al estilo hippie, lo suyo, más que un desfile, ha sido una parade fresca y divertida.
Y es que parece que Von Fustenberg, le ex mujer del príncipe alemán al que le debe su regio apellido, ha buscado inspiración más allá de las calles de Manhattan, su centro neurálgico, y se ha dejado llevar por el romanticismo y los toques étnicos, aunque sin dejar atrás aquellos maravillosos setenta que la vieron nacer como diseñadora,
una colección bohemia, dedicada a Diana Vreeland, mito y musa, por liberar el armario de la mujer de prejuicios, y enfocada a una mujer con el porte de Diosa y la actitud de una artista (viéndola en conjunto parece hecha a medida para Jennifer Lopez, estoy segura de que hará sus delicias).
Los motivos florales son sin duda los protagonistas; estampados principalmente en vestidos de chiffon ligerísimo, en dos piezas semi abullonados, cortos o hasta los pies, y adornados con cinturones de cuero embellecidos,
el aire hippie que se respira es indiscutible en cuanto a formas y tejidos, y no solamente por las flores, sino por la filosofía: las hechuras y las caídas vaporosas, las sandalias, que o son planas o altísimas, cogidas al tobillo, y la falta de complementos de día: no hay bolsos para una mujer no solamente liberada, sino relajadísima,
pero cuando cae la tarde, las formas se ajustan al cuerpo, siguen las flores, pero llegan los pantalones, las camisas, los cárdigans y los blazers.
El crochet es otro de los elementos que se despierta, y ya no son flores, sino monocromías y cenefas en tonos principalmente cerezas y calabazas, en las misma gama acorde con las tonalidades de las flores: anaranjadas, malvas, azuladas y frambuesa,
y he aquí el vestido que me ha hecho pensar en la reina latina por excelencia, no me digáis que no parece hecho a imagen y semejanza de Jennifer Lopez,
a la que la diseñadora de orígen judío también homenajea incosncientemente con los sombreros.
La ciudad parecía dormida, pero se despierta, aparecen los brillos metalizados, y las siluetas setenteras dignas de la mejor época de Studio 54; llegan los maxi bolsos acharolados y con flecos,
y por supuesto, hacen acto de presencia los caftanes y túnicas, en tonos tierra, al estilo africano,
y en su versión más nocturna y fiestera.
En trendencias | Diane Von Furstenberg colección crucero 2009, Eva Longoria en el desfile crucero de Diane Von Furstenberg, La campaña de Diane Von Furstenberg
Ver 6 comentarios