Lo que te vamos a contar puede resultar un poco extraño de primeras pero hay gente que de verdad pone en práctica este truco que evita malos olores dentro del frigorífico. No solo es un remedio natural y funciona, además, también te ahorra gastar dinero en ambientadores absorbe olores comerciales. Yo lo aprendí de la forma más extraña posible: abriendo el frigorífico de una cita Tinder y encontrándome el percal. Pero bueno, al menos me llevé algo bueno de la cita.
Si tu frigorífico ha empezado a oler mal y no sabes por qué, lo primero siempre es vaciarlo, limpiarlo y tirar cualquier producto que se haya podrido o caducado. Eso es un procedimiento que no te va a quitar nunca ningún truco. No obstante, para evitar que suceda de nuevo (o hasta que se vuelve a ensuciar), puedes meter un rollo de papel higiénico en el frigorífico.
El objetivo no es tener a mano siempre un trozo de papel con el que limpiar si se derrama algún líquido o se nos ha podrido la verdura sino que actuará como elemento absorbe malos olores. Eso sí, para que el truco funcione correctamente, es importante elegir el papel adecuado. En ese sentido, el mejor es aquel sin perfumar y que sea liso, sin ningún tipo de patrón o dibujo.
Después, hay que preparar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua y mojar en ella los laterales del rollo de papel higiénico. Tras este paso, lo metemos en la nevera y esperamos a que el papel y el bicarbonato vayan absorbiendo de manera progresiva cualquier mal olor en el interior del electrodoméstico.
A la ventaja de que un rollo de papel higiénico es un objeto que no nos ocupará mucho espacio en las estanterías del frigorífico, hay que sumarle que no existe ningún riesgo de que los alimentos se puedan contaminar con sustancias químicas, tal y como podríamos temer que sucediera con otros productos comerciales.
Si lo prefieres, el truco funciona del mismo modo con papel de cocina ya que ambos tienen las mismas cualidades de absorción. No obstante, tendrás que cortar dicho rollo por la mitad para que quepa dentro de la nevera.
Por último, acuérdate de cambiar el papel higiénico con regularidad. Sobre todo, cuando veas que las celulosas del papel empiezan a contener humedad. Será entonces cuando haya llegado el momento de sustituirlo por otro nuevo y si, aún así no funciona, es que ha llegado el momento de limpiar y desinfectar tu nevera.
Foto de portada | Clay Banks
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