Sí, aquí hemos sido de las que han pasado las tardes de domingo de invierno acurrucadas en el sofá viendo capítulo tras capítulo como si nos fuera la vida en ello de Love it or list it, ese programita en el que dos asesores competían por ver si la pareja terminaba volviéndose a enamorar de su propia casa tras pagar por una reforma que aquí te compraría una vivienda nueva o finalmente se mudaba a una casa que, definitivamente, nunca sabíamos cómo iban a poder pagar. Bueno, y por supuesto también nos zampábamos Los gemelos reforman dos veces. Así que sí, ya sabes en qué niveles de obsesión nos encontramos sobre el tema decorativo.
Por supuesto, con las redes sociales todo esto se ha potenciado y con TikTok apaga y vámonos. Además de encontrar consejos tan curiosos como el truco viral para saber si unos vaqueros te quedan bien o no sin probártelos, el bombardeo de gente haciendo renovaciones super aesthetic a sus apartamentos es brutal y eso nos ha pasado con la última propuesta de decoradora Dana McMahan, que ha compartido a través de su cuenta de Instagram unas fotos que nos han flipado muy, mucho por el efecto antes y después.
La experta ha conseguido que una cocina pequeña, para la que vendría genial el mejor organizador de Alcampo, anticuada y con un punto sombrío se convierta en nuestro último objeto de deseo deshaciéndose de su suelo vinílico gris, de la suciedad de las paredes, todo un detalle, y renovando el aspecto de los muebles, que estaban en buen estado pero no parecían muy actuales.
Para transformar este espacio Dana McMahan escogió la alternativa quizás más sencilla en apariencia: la pintura, haciendo uso además de uno de los colores en tendencia de esta primavera-verano 2023 que nos tiene bastante obsesionadas no solo en el plano de la moda, el rosa, con el que cubrió paredes y techo. Para los rodapiés y las puertas de los armarios optó por el negro, ¡un contraste brutal!
Para conseguir todavía un aspecto más actual y renovado optó por deshacerse de un par de puertas de la zona superior de los muebles creando así estanterías abiertas para aprovecharlas como punto decorativo al quedar expuesta la vajilla y demás recipientes. ¿Un truco más? La decoradora apostó por añadir unas guirnaldas de luces led.
Por supuesto, para darle el toque final a todo eliminó el suelo vinílico de la ecuación y apostó por un modelo porcelánico con patrón geométrico de estilo arabesco, motivo también por el que cambió la lámpara por una con una estética más similar a los nuevos elementos.
Una limpieza a fondo de los electrodomésticos y algunas piezas magnéticas completaron la transformación de una cocina con la que ahora soñamos.
Fotos | Dana McMahan
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