No sé si te ha salido alguna vez en una pregunta de Trivial, o si lo sabes ya, pero los pingüinos Gentoo o Papúa, conocidos en su nombre más técnico como Pygoscelis papua, son el tercer pingüino más grande del mundo según nos informa la Global Penguin Society. Los pingüinos Papúa habitan en las islas subantárticas y prefieren costas rocosas y playas de grava.
No te cuento esto para que puedas soltar un dato curioso en tu próxima comida familiar, sino porque a la hora de aparearse, estos pingüinos hacen algo muy especial: dan piedras a sus parejas. Lo hacen no solo para ayudar a construir su nido, sino como un regalo que reconoce la relación entre ellos. Pues bien, ahora los adolescentes han robado este hábito a los pingüinos y para los padres es una noticia maravillosa.
Qué es el pebbling y cómo lo usa tu hijo adolescente
El “pebbling”, en castellano “guijarros”, es según el Urban Dictionary “el arte de regalar a las personas objetos o regalos pequeños y aparentemente sin importancia como forma de demostrarles nuestro amor”. Los adolescentes lo hacen en forma de memes, canciones, reels y diferente contenido en redes sociales con el que, en realidad, nos dicen te quiero.
Te pongo un ejemplo. Mi sobrina tiene 16 años y cada vez que ve en redes una receta que puede gustarme, me la manda por DM. Mi sobrino, que va a cumplir 14 años, cuando ve un chiste malo que le hace gracia, me lo reenvía. Otra de mis sobrinas, la mayor, de 19 años, me envía TikToks con noticias que pueden interesarme. Todos ellos están demostrándome su amor con ese gesto de pebbling, como los pingüinos antes que ellos.
Es una forma diferente de demostrar cariño en el que las palabras se reemplazan por imágenes, y si tus hijos lo hacen contigo, estás de enhorabuena. Según el psicólogo Cameron Caswell con este hábito no solo quien lo recibe se siente feliz, también quien lo manda, porque como explicaba a Parents, puede “desencadenar una reacción química en cadena positiva en el cerebro del remitente”.
El motivo es químico y tiene que ver con la maravillosa dopamina. “Cuando hacemos un acto amable, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer, la motivación y el refuerzo". La persona que lo recibe también tiene un buen chute de dopamina, porque se siente reconocido y valorado. Además se libera oxitocina lo que genera más confianza, empatía y unión entre ambos.
Amor en formato de memes
Solo con mandarnos un meme, porque en realidad significa algo como “vi este meme y me acordé de ti. Pensé que te gustaría. Te quiero”. Insisto, solo con un meme. La experta en relaciones Gigi Engle explicaba a Metro que el envío de memes es “una forma de crear una conexión con las personas”, porque “los memes son un lenguaje de amor en estos días”.
Aunque parece un detalle absurdo o una tontería, ese sencillo gesto mantiene la conexión diaria (siempre que no mandemos 800 al día), y es una forma de mostrar amor y cariño. Además, tendrá un impacto significativo en la relación entre vosotros, porque ambas partes si se hace de forma recíproca, se sentirán cuidadas y valoradas. En mi caso hago pebbling constantemente y no solo con mis sobrinos. también con mis padres, con mi pareja, con mis amigas… Es una forma de recordarles que les quiero.
Y si como padre lo de las redes sociales no te va demasiado, puedes trasladar al mundo físico lo que podrías hacer en el digital. Por ejemplo, dejando un post-it en su almohada diciéndo a tu adolescente que le quieres, que estáis orgullosos, que te encanta como hace esto o aquello. También puedes hacerlo más palpable con un libro que le regalas simplemente porque has pensado que le gustaría y sin que sea su cumpleaños ni nada especial. Solo porque sí.
El pebbling es también un lenguaje del amor, y los padres que lo reciben de sus hijos lo saben bien. Son más felices que nunca.
Fotos | Derry Girls
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