Siendo francos, hay razas de perros que si ponemos juntas podríamos decir, los más profanos, que se trata de la misma, sin embargo, no siempre es así. De hecho, esto suele pasar mucho con el pastor alemán y el pastor belga que, de primeras, suelen confundirse mucho ya que, siendo francos, son muy similares, eso sí, tienen bastantes diferencias que os pasamos a contar.
Diferente origen
Aunque ambos son razas de pastoreo, el pastor belga se instauró definitivamente en el año 1897 tras una serie de cruces en la zona de Bélgica como bien dice su nombre, mientras que el pastor alemán se inició algo más tarde, ya que hasta el año 1899 no fue reconocido como raza en Alemania.
Diferentes variedades
Mientras que el pastor alemán es más único, el pastor belga tiene diferentes variedades, cuatro en concreto, muy diferenciadas entre sí: pastor belga groenendael, pastor belga laekenois, el pastor belga malinois y el pastor belga tervueren.
Como dato os diremos que el Pastor belga malinois se caracteriza por su larga cabeza y el pelo corto. Es muy inteligente y protector.
El tamaño
Sí, el pastor alemán es algo más grande que el belga. Así, el primero está entre los 20-40 kilos y los segundos entre los 20-30 kg, lo que los hace algo más pequeños.
Diferente carácter
Mientras que el alemán tiene un carácter muy equilibrado y fácil de adiestrar, valiente y muy leal mientras que el belga es más temperamental, incluso más bruto, lo que hace que sea algo más complicado de adiestrar aunque tienen buen carácter.
El pelaje
Y, sin duda, otro signo distintivo de ambas razas es que mientras el pastor alemán tiene un pelaje más largo, algunas de las variedades del belga lo tiene más corto.
Además, las orejas del primero son más alargadas y tienen la curva de la cadera muy pronunciada, lo que hace que tengan una cadera baja y tendencia a problemas como la displasia de cadera, mientras los pastores belgas, generalmente, tienen la cadera más recta.
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