¿Mi hijo conseguirá un buen trabajo cuando sea adulto? ¿Será feliz? ¿Le estoy educando bien? Son muchas las preguntas que abordan a los padres sobre el futuro de los niños. Sabemos que lo que les enseñamos hoy es clave para su vida como adultos, pero no siempre sabemos dónde podemos poner el foco para ayudarles de verdad.
Se ha demostrado que algunas estrategias son más efectivas que otras cuando se trata de criar niños exitosos y según expertos en crianza, existen varias formas de ayudarles que en ocasiones se nos pasan por alto. Te las contamos.
Dales autonomía
Según explica la psicóloga infantil Dr. Tovah Klei, la capacidad de automotivarse es uno de los rasgos más importantes que pueden ayudar a los niños a convertirse en adultos exitosos. Se trata de que el niño aprenda a motivarse a sí mismo, así que es necesario que le demos autonomía para hacerlo.
La experta en crianza Esther Wojcicki afirma en sus libros que los niños deben aprender a hacer las tareas cotidianas por sí solos, como prepararse la mochila para el colegio. “Cuanto más confíes en que tus hijos hagan las cosas por sí solos, más empoderados estarán”, explicaba.
Prioriza la confianza por encima de la autoestima
Autoestima y confianza en uno mismo parecen lo mismo, pero lo cierto es que no lo son. La autoestima representa cómo nos vemos a nosotros mismos en general. La confianza en uno mismo es un reflejo de la confianza que tenemos en nuestras propias capacidades en una situación determinada.
La confianza en uno mismo está vinculada a casi todos los elementos implicados en una vida feliz según Psychology Today. Ofrece una mayor motivación, reduce los miedos y las inseguridades, y es la que consigue desarrollar en los niños la resiliencia. El niño cree en su propio esfuerzo y fortaleza y para eso los padres deben permitir que los niños fracasen o tengan éxito por sí solos. Dar un paso atrás y dejar de solucionar cualquier dificultad que aparezca en la vida de los niños, aunque nos cueste. La verdadera confianza en uno mismo es el resultado de hacerlo bien, enfrentar obstáculos, crear soluciones y recuperarse por sí mismos.
Aunque se relaciona con la autoestima, las investigaciones han demostrado que la confianza en uno mismo es un mejor indicador del éxito futuro. El motivo es, según la psicóloga educativa Michele Borba, que ayuda a reafirmar la creencia en los niños de que sus habilidades y esfuerzos les llevarán a buenos resultados. “Los niños que tienen confianza en sí mismos saben que pueden fallar pero también recuperarse”, explica la experta.
La perfección no es necesaria. El trabajo sí
Del mismo modo que la autoconfianza es buena para los niños, alejarnos de la perfección es bueno para ellos y sobre todo, para cuidar su salud mental. El perfeccionismo no hace que los niños tengan más probabilidades de tener éxito en el futuro. Al contrario. Según las investigaciones, el perfeccionismo puede contribuir a problemas de salud mental como ansiedad y baja autoestima.
Es importante que enseñemos a los niños que el fracaso es una oportunidad de aprendizaje, y es mejor recompensar el esfuerzo con empatía y cariño, que buscar la perfección. Allison Butler, profesora de psicología de la Universidad de Bryant, afirma que “puedes enseñar a tus hijos a replantear su manera de pensar acerca de los errores discutiendo abiertamente con ellos aquellos que has cometido tú, explicándoles cómo has resuelto los problemas y lo que has aprendido en el proceso”.
Enséñales autocontrol
Esta investigación asegura que el autocontrol ayuda a determinar el éxito futuro y sin embargo, es una habilidad que casi nadie consigue enseñar a sus hijos según Nir Eyal, psicólogo experto de Stanford. El autocontrol es lo que consigue que aprendamos a ignorar las distracciones, y también a controlar nuestras propias emociones y nuestro comportamiento. Cuando esto ocurre y según un estudio de décadas realizado por investigadores de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, los niños aumentan su inteligencia y motivación.
Habla sobre educación financiera
A los 5 años de edad los niños comienzan a entender qué es el dinero y cómo se maneja. Es importante que ya ahí empezamos a explicarles que el dinero se consigue con esfuerzo, que es limitado y que si quieren algo, deben ahorrar y planificarse para conseguirlo.
Se puede hablar con los hijos sobre el dinero de manera práctica y “real”, por ejemplo enseñándoles cuánto cuesta un libro de cuentos, un helado o unas zapatillas nuevas, como explica Alexa von Tobel, inversionista formada en Harvard. Así les enseñaremos que el dinero no es más que “una herramienta para ayudarle a vivir la vida que desea. No debe ser adorado, pero tampoco ignorado”.
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