A las puertas de un nuevo 8M, la noticia de la semana es el desplante de corte machista que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha sufrido por segunda vez desde que asumió dicho mandato. Ha sucedido en Bruselas, durante la recepción a los 40 líderes africanos de la sexta cumbre Unión Europea-Unión Africana, cuando el ministro de Asuntos Exteriores de Uganda, Jeje Odongo, le negó el saludo protocolario.
Este tipo de incidente machista que, no solo se salta el protocolo sino los buenos modales más básicos, es la segunda vez que le ocurre a von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. El primero tuvo lugar el año pasado, durante una visita a Turquía, cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogán, sentó a su lado en la Presidencia a Charles Michel (presidente del Consejo de Europeo) y relegó a un sofá lateral a von der Leyen.
Lo ocurrido entonces despertó tantas críticas que recibió el nombre de "sofagate". Aunque estas no fueron solo para el presidente Turco sino que se las repartió con Charles Michel por su falta de reacción al respecto. Ya entonces, la que es también miembro del partido conservador alemán CDU, declaró al respecto "no encontrar ninguna justificación en los Tratados", así que solo le quedaba concluir "que sucedió por el mero hecho de ser mujer".
En una sucesión muy similar de los hechos, Jeje Odongo ha saludado ahora efusivamente al presidente del Consejo de Europeo y al presidente de Francia pero pasa por delante de la presidenta de la Comisión sin ni siquiera mirarla. Macron se percata y le insta a saludar a su compañera pero Michel guarda silencio, lo que le ha vuelto a valer fuertes críticas.
Todo apunta a que fue un gesto deliberado del ministro ugandés, que también publicó una foto en Twitter en la que borraba a la alemana y ni la mencionaba ni aparecía en la foto. Una foto que borró tras la polémica.
Muchos han visto en lo sucedido un reflejo de las consecuencias de la infrarrepresentación femenina en los puestos de liderazgo y de toma de decisiones. En total, solo un 8,8% de participantes en la cumbre tenían nombre de mujer. En lo que respecta a Europa, de los 27 líderes de Estado y de Gobierno asistieron las primeras ministras de Suecia, Estonia, Dinamarca y Finlandia. Además de Ursula. Mientras que por el lado africano, de los 40 participantes, solo había una mujer: Samia Ululu Hassan, presidenta de Tanzania.
Fotos | Gtres