Cuerpo y artificio son los dos conceptos de los que surge la nueva colección de Carmen March para el verano 2007. Partiendo de una serie de prendas confeccionadas en punto, que enfatizan y realzan el cuerpo femenino, evoluciona hacia nuevas formas conseguidas trabajando sobre el patrón, que reestructuran, desarrollan y en definitiva, cambian de forma y percepción a la silueta.
Siguiendo sus estándares de feminidad y clasicismo característicos, la diseñadora ofrece una paleta de tejidos naturales como el popelín de algodón, el gazar, la organza, el moaré de seda y brocados en lino y seda tradicionalmente usados en las tapicerías. March se decantó por los tonos grises, rosas, algunos muy llamativos, e incluso por los blancos, algunos de ellos enfatizados por detalles bordados en hilo de oro.
¿El resultado final? El Premio L´Oreal a la mejor colección joven.
La diseñadora mallorquina ofreció una serie de vestidos en punto muy entallado con costuras vistas para definir cada patrón como estos vestidos pegados al cuerpo, en moaré de seda con aplicaciones de tiras grises. Me encantan. Cortes sencillos y elegantes para moldear la silueta femenina. El Premio, merecido.
Una colección que se ciñe a un trabajo minucioso de costura clásica, aunque lo resalta gracias a la introducción de acabados con mucho volumen. Esto ocurre en muchos de sus vestidos y en faldas como esta blanca con estampadod de flores negras.
Vía | Vogue España Sitio Oficial | Pasarela Cibeles