Madonna es una de las pocas mujeres que ha sido creadora de tendencias durante veinte años. Aunque últimamente se puede decir que más que creadora, es fiel seguidora de ellas. Por otro lado, si nos ponemos puristas en cuanto a su estilo, mucho de lo que está de moda hoy día, ella lo puso en ese lugar hace unos años.
Por lo que, más bien ni creadora ni seguidora, sino visionaria. Pero en esta ocasión no hay duda de que está siguiendo la tendencia que ya se viene prefigurando desde que la colección se presentó en la pasarela. Y es que todas quieren usar algo de Balmain Otoño-Invierno 2009/10, incluyéndome por supuesto.
Así que, la reina del pop escogió para su nuevo single, Celebration, una estética más bien setentera que complementó con un little-black dress con mucho brillo. Un vestido precioso con un moño al cuello que no le habíamos visto a nadie a diferencia de las chaquetas con hombrearas o los pitillos que ya habían mostrado Rihanna, Victoria Beckham, Beyoncé y hasta Julia Reston-Roitfeld.
Las botas escogidas por la cantante son unas altísimas de Christian Louboutin y el efecto es definitivamente muy disco vintage. Muy diferente al que se logra con los botines de cordones con que el vestido se vio en la pasarela.
Además, de que el pelo liso y corto acentúa el toque british de los 60's y 70's.
La canción es buena, pero creo que es más de lo mismo con Madonna a pesar de que Paul Oakenfold le haya metido mano. ¿Y ustedes?
Foto | Luxuo
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