Durante tres semanas estamos viendo lo que se llevará el próximo Verano a través de Cibeles, Milán y París. Y sin duda, de todas las colecciones de todos los diseñadores/as, me quedo con la de Valentino. El gran maestro de la moda nunca deja de sorprenderme. Me ha costado mucho elegir las fotos, por eso he puesto más de las que debería, pero el italiano se lo merece. Una vez más, ha realizado un gran trabajo. La colección Primavera-Verano 2007 del maestro italiano destaca por la feminidad y elegancia de sus prendas.
Fiel a su estilo, la mujer de Valentino es sencilla, elegante, detallista y exquisita, es decir, la protagonista de todo acontecimiento. Qué vestidos, unos de encaje, otros lisos, los hay de capas, con volantes. Y en cuanto a los escotes los hay de muchas clases: de tirantes, en V, a la caja, de cuello chimenea, palabra de honor, barco. Todos fantásticos. Para el día se decanta por los cortos y ajustados, para que se vea bien la silueta femenina. También hay shorts y alguna que otra transparencia. Uno de los detalles estrella han sido los cintures con lazos, marcando la cintura. Los colores pastel y el rojo Valentino fueron los colores elegidos por el italiano.
Para la noche más de lo mismo: mucha elegancia, mucho glamour. Auténticas piezas de museo. Vestidos largos, vaporosos, impecables, con detalles de pedrería en la cintura. Una vez más el rojo Valentino fue el protagonista indiscutible. De toda la muestra me quedo con el último vestido. Con lo que me gusta el rojo, lo que daría por ponerme un Valentino tan sólo unas horas.
Vía | Vogue España