Adiós a colgar los trapos en la puerta del horno o en los cajones gracias a este gadget tan sencillo como barato

Tengo una cocina grande, culpable de que hace ya 15 años me decidiera a comprarme mi casa. Es amplia, luminosa, tengo espacio de sobra y sin embargo, no siempre consigo que esté todo lo ordenada que le gustaría a Marie Kondo. El ruido visual es uno de mis grandes enemigos.

Según la Escuela Superior de Diseño de Barcelona, el ruido visual es, en esencia, “todo lo que, a simple vista, nos resulta desagradable, incómodo a la vista o molesto”. Los trapos mal puestos, arrugados y colgados en los cajones y la puerta del horno, son para mí ruido visual. De hecho los trapos, en general, quedan visualmente poco atractivos si no los acabas de sacar limpios del cajón, porque tienden a mancharse y si los colgamos de cajones o de la puerto del horno, a manchar estas.

Uso los trapos de cocina mucho, y si no sigo esa regla de los dos minutos que consigue que lleve una vida algo más ordenada, termino teniendo varios desperdigados por la cocina, ensuciando la vista y en medio. Por eso este gadget que he descubierto en Amazon ha marcado un antes y un después. Es barato, fácil de instalar, discreto, cómodo y consigue que tenga los trapos y paños ordenados y en mi caso, fuera de la vista.

Un colgador casi invisible para los trapos de cocina

Además de servir para trapos y paños, podemos usarlo para delantales, bayetas o cualquier otro textil que usemos en la cocina. Se trata de un set de seis colgadores que se pegan en la pared, la puerta de los armarios, los azulejos o cualquier superficie lisa que tengamos en casa.

Cuesta 7,39 euros en Amazon y consigue que tengamos más orden. Además, como tienen un acabado cromado, nos combinará con cualquier cocina, y si no nos gusta tenerlo a la vista, podemos “esconderlos” dentro de un armario y usar la puerta para colgarlos.

Cómo instalar este colgador de paños sin taladros

La forma de usarlos es muy sencilla. Limpiamos bien la superficie en la que vamos a pegar los soportes, quitamos el plástico protector de la parte de atrás del colgador y pegamos en la zona en la que queramos instalar. Sin herramientas ni nada. Se adhiere fácilmente a cualquier superficie lisa, así que podemos usarlo también para el baño, por ejemplo.

Una vez bien pegado, dejamos el soporte sin usar durante 24 horas para que se adhiera bien a la zona y después ya está listo. Solo tenemos que presionar con el trapo para empujar los pequeños dientes que tiene y el textil quedará atrapado. Para sacarlo, solo hay que tirar. Y así cada vez que lo usemos: fácil y cómodo.

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Fotos | Clay Banks en Unsplash, Amazon

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