En ocasiones en lo más sencillo encontramos la clave del éxito, y eso podemos aplicarlo al mundo de la cocina. No hace falta ser un chef con estrella Michelin para poder crear recetas sabrosas, rápidas y saludables, y hoy os mostramos una capaz de satisfacer todos nuestros sentidos. Con la lubina como ingrediente principal, esta receta es perfecta para todas aquellas que busquen una cena ligera y deliciosa.
Agarramos la lubina limpia y sin cabeza para cortarla abriéndola en mariposa. se trata de una tarea muy sencilla si disponemos de un buen cuchillo, sin embargo, también le podemos pedir al pescadero que nos la prepare. Retiramos la espina y lo secamos bien usando papel absorbente de cocina por ambas caras.
Con el ajo y el perejil preparamos un aliño junto al aceite de oliva. Éste lo usaremos para humedecer la plancha extendiendo unas gotas con una brocha de cocina. Cuando la plancha esté bien caliente, cocinaremos la lubina (salpimentada al gusto previamente), dejando la piel arriba y colocándola por la parte de la carne.
La cocinaremos durante tres minutos y daremos la vuelta con cuidado. Añadiremos un poco más del aliño sobre la carne cocina y dejaremos que se dore la parte de la piel durante otros tres minutos (aproximadamente). Nuestra intención es que quede bien crujiente pero sin resecarse.
Retiraremos con cuidado la lubina y la colocaremos sobre una fuente para poder servirla, poniendo aparte el aliño en un cuenco para que servirnos tanto como queramos al momento de comerla.
Con que acompañar la lubina a la plancha
Hay decenas de opciones de acompañar esta sencilla y deliciosa receta de lubina a la plancha. Podemos optar por una ensalada de tomate con aguacate y albahaca, con patatas asadas en el horno o por un sencillo arroz blanco. Esto va en función de nuestro arte culinario, el tiempo que dispongamos y las ganas.
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