Mi madre no suele coger muchas de las recetas que hago porque para ella soy algo extravagante. Con extravagante se refiere a que, según su criterio, tiendo a darle demasiado a las especias, abuso del curry y me gustan las cosas raras, como ella misma afirma. Sin embargo esta maravillosa receta de verano le ha gustado tanto, que se ha convertido en una de sus favoritas.
Se trata de una sencilla ensalada de atún y aguacate que ella mete entre panes y que yo me como sobre unas hojas de cogollos de lechuga, como en una especie de tacos de estilo thai. El ingrediente principal es el atún, uno de los alimentos proteicos preferidos por los deportistas debido a que tiene 25 gramos de proteínas por cada 100 gramos de producto. Y como es en lata, siempre tengo en la despensa.
La mejor receta de ensalada de atún
Para hacerlo solo necesitamos dos latas de atún (puede ser en aceite de oliva o al natural), y aguacate bien maduro, un cuarto de cebolla roja o cebolleta y el secreto que hace de este plato algo maravilloso: jalapeños en conserva. Solo unas rodajas y un poco de su líquido. En mi caso también añado cilantro picado, pero mi madre no lo usa y está igual de bueno.
Picamos fina la cebolla y la ponemos en un bol con los jalapeños bien picados. Depende de si te gusta muy picante o poco, echa más o menos. En mi caso le hecho unas cinco rodajas, y si al probarlo después veo que está demasiado suave, añado un par más. A esa cebolla y jalapeño vamos a añadirle unas cuatro cucharadas del líquido de los jalapeños y dejamos reposar todo junto unos diez minutos. De esta forma vamos a conseguir un encurtido fácil y rápido de cebolla.
Escurre el atún bien si es al natural y si lo usas en aceite de oliva, deja un poco del aceite para darle untuosidad a la ensalada. Desmenúzalo con un tenedor y añádelo a cebolla y los jalapeños junto con el aguacate troceado fino. Me gusta darle muchas vueltas para que el aguacate se deshaga, pero no hasta desaparecer. Con darle unas vueltas para que se convierta en una mezcla cremosa es suficiente. Puedes de hecho machacar la mitad y añadir después de mezclar bien la otra mitad cortada en cubos y así tendrá más textura. Si usaste atún al natural, añade un chorrito de aceite de oliva, no demasiado, y sal al gusto. Pica un poco de cilantro (si te gusta y no te sabe a jabón) y añádelo también.
Ya lo tienes listo para comer. Puedes comerlo tal cual, pero como te decía, a mí me gusta comerlo en formato de taco poniendo la mezcla en unas hojas de lechuga, aunque también lo puedes usar como relleno de sandwich como hace mi madre e incluso añadirlo sobre un poco de arroz ya cocido y frío.
Es posible que hayas probado ya una ensalada de atún de este estilo pero con mayonesa, como la que nos proponen en Directo al Paladar o esta deliciosa ensalada de garbanzos, atún y huevo, pero a mí la versión picantona y sin mayonesa me gusta mucho más porque usamos una grasa saludable como es el aguacate, que le da una cremosidad maravillosa.
Además los jalapeños encurtidos le dan un toque picante y su salmuera un toque ácido para contrarrestar al aguacate. Fíate de mí. Es una auténtica maravilla. Tanto que hasta mi madre me la ha copiado.
Fotos | Vitónica, Towfiqu barbhuiya en Pexels
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