Pelar un huevo cocido no siempre es tan fácil como debería. Sobre todo, dependiendo del tiempo que haya pasado desde que fue puesto porque la cáscara se desprende mejor de los huevos más viejos que de los frescos. Aunque igualmente requiere de un poco de maña y paciencia. O también puedes probar este truco que te contamos a continuación.
Vamos a saltarnos toda la parte de cómo cocer un huevo y vamos a ir directamente a lo que tiene que suceder después si quieres pelarlo de forma fácil y rápida. Esto es que lo vamos a meter en un bol con agua y hielo y lo vamos a dejar que se enfríe durante cinco minutos.
Pasado este tiempo, vamos a coger un un frasco de vidrio con tapa y lo vamos a llenar de agua fría hasta un tercio de su capacidad. Introducimos el huevo, cerramos la tapa y agitamos sin miedo el frasco unas cuantas veces.
Antes de que lo saques del tarro, el huevo se habrá pelado y la cáscara habrá quedado flotando en el agua. Eso sí, solo son aptos para este método los huevos duros. Si el centro está liquido, el huevo será demasiado blando y se romperá al golpearse contra el cristal.
Del mismo modo, si un huevo se ha agrietado durante la cocción, tampoco resistirá la sacudida. Además, es posible que este truco no funcione igual de bien con huevos demasiado frescos porque, tal y como señalábamos antes, la cáscara se pega más fuerte a la clara.
Foto de portada | Joseph Gonzalez
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