Llevas todo el año esperando este momento para disfrutar de tus helados favoritos. Pero no hay que ser un lince para saber que hincharte de estos dulces, hasta arriba de azúcar en cantidades industriales (literalmente) y grasas, no es la mejor de las opciones. Te damos unas cuentas ideas para que combines tus helados favoritos con otras recetas más sanas y fáciles de hacer. Para que el picoteo sea un momento refrescante, pero del que no arrepentirse en unos meses.
1.- Polos caseros de frutos rojos.
La única dificultad de este postre fresquito es elegir cuál es tu zumo favorito para hacer la base del polo. Rellena los moldes con él y distribuye frambuesas y arándanos (o cualquier otra fruta de tu gusto). Congela durante cinco horas o más.
2.- Sorbete de sandía.
Lo hemos visto en Directo al Paladar y no puede ser más fácil de preparar. Y más ligero (y más si reduces la cantidad de azúcar o juegas con otros edulcorantes naturales para prescindir completamente de él). Haz un almíbar ligero con agua y azúcar y tritura completamente con sandía limpia y libre de pepitas. Reserva en el congelador hasta que quede bien compacto
3.- Polos de macedonia de frutas.
Estos polos parecen increíblemente difíciles de hacer, pero en el fondo sólo se trata de una técnica de congelación que requiere una batidora, un congelador y un poco de paciencia. Para hacerlos necesitarás un par de kiwis, un puñado de frambuesas, otro de arándanos, un poco de mango troceado, piña y melón en cubitos y moldes de polo. Ve triturando cada tipo de fruta por separado en la batidora y rellena el polo con uno de los purés. Congela hasta que esa capa esté dura y añade otra capa. Vuelve a congelar y así sucesivamente hasta que hayas rellenado los polos con todos los purés de frutas. El resultado es muy vistoso y lo mejor, un chute de vitaminas de lo más refrescante.
4.- Helado cremoso de aguacate
El aguacate está más de moda que nunca, pero hasta ahora no lo habíamos visto en forma de helado. La receta la hemos encontrado en el blog de Jerry James Stone y es facilísima de preparar. Sólo tienes que preparar un sirope con agua y azúcar e infusionar un poco de estragón en él. A continuación batir dos aguacates con el zumo de dos limas y leche de coco al gusto. Añadir el almíbar con estragón, mezclar bien, colocar en las poleras y congelar.
5.- Polos cremosos de fresa y yogur griego.
Una opción ideal para los que buscan un poco más de cremosidad en su helado. La idea es mezclar tu fruta favorita, en este caso, fresas, con un yogur griego, un poco de azúcar, una pizca de sal y el toque inesperado de Kirsch con ralladura de naranja. En Directo al Paladar podéis ver la receta entera.
6.- Smoothie de arándanos.
Tan fácil como triturar un plátano con un puñado de arándanos, un buen chorro de zumo de naranja recién exprimido y un yogur de vainilla (mejor si es desnatado). Si quieres que sea completo de verdad, añade frutos secos picados por encima o algunas semillas y pipas.
7.- Polo floral ligero.
Nos hemos enamorado de esta idea tan delicada... y tan baja en calorías. En el fondo, sólo necesitas realizar una mezcla de zumo de limón, con esencia de rosas, agua muy fría y una cucharada de miel (o Stevia, si lo prefieres). Prueba bien la mezcla para que esté a tu gusto e introdúcela en los moldes. A continuación congela durante una hora. Sácalos del congelador y con ayuda de un palito, introduce las flores comestibles, asegurándote de que están bien repartidas por todo el polo.
8.- Smoothie de tomate.
Bate muy bien un yogur natural bajo en calorías, dos tomates bien maduros, un poco de albahaca seca y una pizca de sal. Sirve acompañado de mucho hielo y unos tomatitos cherry para adornar. Muy refrescante y una alternativa al gazpacho que funciona también como postre.
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Fotos| Nourishing Meals, The View from the Island, Directo al Paladar, Jerry James Stone.
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