El plato ideal para consumir a todas horas no existiría si no existiera esta receta de salmorejo cordobés tradicional. Como aperitivo, de delicioso primer plato, para una cena ligera... Con el calor sofocante del verano es a veces lo único que apetece echarse al cuerpo. Todo ello, sumado a lo fácil que es hacer lo convierten en la comida imprescindible de los meses centrales del año. Los expertos de Directo al paladar nos explican cómo prepararlo en casa.
Para conseguir el salmorejo con la textura perfecta, el consejo de los expertos de Directo al paladar es ir mezclando los ingredientes paso a paso. Así, lo primero es lavar los tomates e ir retirando la parte verde del pedúnculo y triturándolos. Lo que no es necesario es pelar ni quitar las pepitas porque después pasarenos el puré de tomate por un colador fino donde se quedará todo lo que no nos interesa.
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En un bol colocamos después el pan (se recomienda que sea de hogaza y, preferiblemente de Telera cordobesa. No obstante siempre podemos tirar de un buen pan artesanal) y lo cubrimos con el puré de tomate y dejamos que se impregne durante unos diez minutos. Pasado este tiempo, incorporamos el diente de ajo y trituramos bien la mezcla con la batidora o con la Thermomix hasta obtener una crema espesa de pan y tomate.
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A continuación incorporamos el aceite de oliva virgen extra. Vale cualquiera pero el truco es que sea uno de la zona de Córdoba. La variedad de la D.O. Priego de Córdoba sería la idónea, siempre y cuando sea posible.
Tras echar el aceite, volvemos a turbinar todo en el robot de cocina o a base de batidora y paciencia hasta que nuestro salmorejo sea uniforme, tenga un bonito color anaranjado y sea suficientemente compacto como para aguantar sobre su superficie los tropezones de guarnición con los que se decora cada ración.
No obstante, si nos quedamos con ganas de más o queremos variar de crema fría porque el verano es muy largo, podemos probarlo también en su versión light o hacer algunos de estos gazpachos de frutas, así como un original ajoblanco de remolacha.
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Fotos | Directo al paladar