Es cierto, no se ha demostrado científicamente que las pautas alimentarias tengan una relación causa-efecto con el acné. Sin embargo, aunque parezca contradictorio, en casos leves de esta enfermedad de la piel una de las primeras cosas que se recomiendan es cuidar la alimentación.
Eliminar o reducir el consumo de ciertos tipos de alimentos, así como potenciar el de otros, puede ayudarnos a mejorar el aspecto de nuestra piel.
Los alimentos hipercalóricos, grasos e irritantes serán los primeros que un médico quiera prácticamente eliminar de la dieta de una persona con este tipo de problema en la piel. No se trata de que en sí mismos sean buenos o malos, sino de que hacen al organismo producir más sebo. A más sebo, más probabilidad de que salgan más granitos, sobre todo si ya tienes ese problema de antes.
A lo importante. ¿Qué alimentos deberemos evitar?
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Fritos. No los de Matutano sino en general. Bueno, los de Matutano también. Todo lo que haya que meter en aceite hirviendo, fuera.
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Embutidos y chacinas. Lo sentimos por la yaya, pero los restos mortales de Babe tienen que quedarse en el pueblo.
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Mantequilla y margarina. El primero de rebote con lo anterior, el segundo por reincidir y encima estar más malo.
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Salsas variadas. En especial, la mayonesa, pero entran todas. Cuidado con el huevo.
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Dulces. El chocolate es un pecado capital.
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Queso curado y crema de leche. Por ser demasiado grasientos.
En general, todos los alimentos que tengan o se cocinen con gran cantidad de aceite tendrán que ir fuera. Cuidado con las latas de conserva, el atún puede ser peligroso.
Pero no queremos matar a nadie de inanición. Afortunadamente, otros alimentos tendrá efectos beneficiosos sobre nuestra rebelde piel.
El limón tiene grandes propiedades, pero entre ellas destaca sin lugar a duda su poder como astringente. En general, la fruta aporta agua y ayuda al organismo a depurar toxinas. Además, es refrescante y deliciosa.
La soja es conocida también por ayudar al equilibrio hormonal, pero también los cereales, las hortalizas, el germen de trigo y los frutos secos nos serán de gran ayuda.
Los primeros porque la fibra parece haber dado resultados positivos en la regulación del acné, y las segundas ejercen un efecto depurativo. El germen de trigo y los frutos secos aportan vitamina E, que junto con la vitamina A de las hortalizas ha demostrado ser eficaz contra el acné.
Por supuesto, por sí solos no hacen milagros. Tendremos que continuar insistiendo en la perfecta higiene de nuestro rostros y en no tocarnos la cara por nada del mundo.
Imágenes | Slopjop, Yomi955
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