A principios del año 2007, George Clooney confesaba públicamente a su amiga Julia Roberts haberse realizado un lifting de ojos durante una entrevista en el famoso programa de Oprah, U.S.A. ¡Cómo les gusta a los norteamericanos el show!.
Entonces tenía 45 años (tan bien llevados) y su propósito era "parecer despierto". El problema estético eran las bolsas en el párpado inferior: cuando esa delicada zona acumula piel o grasa, da el aspecto de hinchazón. O de persona somnolienta.
Eso es lo que quiso cambiar de su aspecto el famoso, atractivo, sexy, elegante y encantador actor (¿se nota ya que es perfecto o añado algun adjetivo más?). En realidad no se hizo ningun lifting sino una blefaroplastia.
De ahí su aspecto natural tan observado por todos tras su anuncio: "me he hecho los ojos". Todos creyeron que era un lifting y buscaban esos indeseables indicios de estiramiento facial. Y no es el caso.
La blefaroplastia (los aprensivos, pasad este párrafo) es una operación estética durante la cual el cirujano practica una incisión en la linea del párpado demasiado grueso (superior o inferior), saca la grasa acumulada y cierra, logrando planchar la bolsa.
Es la misma cirujía que se practica cuando el párpado superior presenta un grosor que hace que la piel se desplace sobre las pestañas, llegando a veces a dificultar la visión periférica.
Aunque hay que tenerlo muy claro para pasar voluntariamente en una mesa de operaciones, sé de muchas personas acomplejadas por ese problema estético: es una decisión muy personal. Como siempre, hay que consultar a un especialista, o dos, y no obsesionarse.
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