La clásica afirmación: el primer nivel de cuidados de belleza es la correcta limpieza diaria de la piel es más importante de lo que parece. Algo tan sencillo como limpiar el rostro es el primer paso para aumentar su calidad. Hoy hablaremos de la diferencia entre la limpiadora y el desmaquillante.
Aunque muchos de vosotros utilizáis un gel limpiador, otros muchos no toleráis demasiado el agua o simplemente apreciáis la suavidad de la leche limpiadora. A las pieles secas y a las sensibles les encanta: si no lo habéis probado os perdéis un gesto de limpieza muy agradable.
Sé que la duda está cuando estáis escogiendo vuestra leche limpiadora y algunas marcas ponen leche desmaquillante. “Es que yo no me maquillo”. Cierto, pero el fallo comercial y de información lo tienen las marcas de cosmética porque sirve para lo mismo.
Las leches limpiadoras o desmaquillantes están formuladas para eliminar suciedad de la piel del rostro, da lo mismo la procedencia de la suciedad. Puede ser maquillaje pero también solamente polvo, exceso de sebo, humo del tabaco, células muertas o todo junto. Sólo cambia la palabra pero la función es la misma.
¿Porqué esa distinción?. Ni idea. Algunas firmas marcadamente dedicadas al mercado femenino han optado por leche desmaquillante. Otras han querido dar una imagen más global y las llaman leches limpiadoras. Pero todas limpian la piel aplicando la leche y retirándola con un algodón o tissue. Incluso con esponja húmeda.
Lo único que está dedicado al maquillaje es el desmaquillante de ojos. Por lo demás, podéis utilizar sin ningun reparo ni distinción cualquier leche de belleza (como las denominan en Francia) para vuestra limpieza diaria.
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