Esta semana viene indudablemente marcada por la Semana de la Moda de Milán, que el Domingo recogía el testigo de Cibeles y Londres, y ayer mismo se lo pasaba a París: la gran mascletá final en lo que a Semanas de la Moda se refiere. Por allí hemos visto pasar de todo: desde ropa para mujeres reales, pasando por estampados de leopardo, y looks ladylike.
Hemos disfrutado de Burberry Prorsum, D&G, Giorgio Armani, Prada, Dolce & Gabbana, y Gucci; así como hemos asistido al regreso a las pasarelas de Esther Cañadas para Dsquared2 a la vez que decíamos adiós a Matthew Williamson al frente de Emilio Pucci.
Pero como sabeis, lo más interesante de las ciudades de moda se cuece fuera de las pasarelas: en los front rows, en las celebrities, en la calle, y en las fiestas.
Lejos del circuito europeo, el acontecimiento de la semana ha sido sin duda la gala anual de los premios Emmy, cuya alfombra roja ha sido una de las más suculentas del año, y eso, que ya se acaba, y en la que hemos querido reparar echando la vista atrás diez años elaborando una lista de los mejores looks de la década.
Aparte de esto, nos hemos ido de fiesta con los adolescentes más reputados de Hollywood y a la Ópera de Nueva York con Taylor Momsen.
Hemos asistido a la presentación de un programa de gastronomía española de la mano de Gwyneth Paltrow, una enamorada de nuestra tierra, a la par que esta misma daba por inaugurada la moda de las mallas ciclista; hemos visto como Lilly Allen, tras poner verde a su compatriota Kate Moss, caía rendida a los encantos de su colección para Topshop, y sin movernos de Londres, Alexa Chung nos daba lecciones de estilo.
Carla Bruni nos enseñaba como llevar un traje de chaqueta con zapato plano, para todas aquellas que sean más altas que sus maridos mientras Rachel Zoe demostraba que el don de la ubicuidad, no es ningún falso mito; Penélope Cruz se proclamaba campeona de nuestro duelo de estilo y Jennifer López paseaba palmito por Atenas y alrededores.
A finales de semana volvía Montag, y con él Kirsten Dunst, más guapa que nunca en el mismo número de Harper's Bazaar en el que Emma Watson volvía a demostrar que su cara y su cuerpo, son un reclamo para los grandes diseñadores; y junto a ellas, nuestra añorada Rachel Bilson, en versión gothic-lolita y hippie casual.