Cuando hablamos del arte al aire libre, y más concretamente de la inmensidad de esas playas de hermosa arena, resulta imposible no pensar en Gunilla Klingberg y en su Beach Art, a quien le gusta crear vías lácteas tan grandes y efímeras como la propia naturaleza.
Andrew van der Merwe es ante todo un calígrafo, que vive en Cape Town, y a quien desde su más tierna infancia le apasionó la escritura y las letras bonitas. Además de en su lugar de residencia, Andrew ha ejercido también su talento en las magníficas playas del sur de África.
Para crear esas letras que parecen bailar sobre la arena, el artista utiliza instrumentos tan atípicos como un rallador de queso gigante, y de un montón de técnicas que ha ido perfeccionando a lo largo de los diez años que lleva trabajando la arena.
Las mareas y el viento se encargan después de barrar sus dibujos abandonados en la playa, pero para inmortalizarlos, Andrew van der Merwe, los fotografía con su Nikon D700 maravillosamente bien, con un gusto y una sensibilidad exquisitos. “Trato de no dejar nunca huellas”, confiesa.
Estos caracteres son una reinterpretación artística de los alfabetos touareg, guineanos y subsaharianos con cuyas formas escribe mensajes con un sistema de circulación y una lógica, de los que sólo él conoce el significado.
Me recuerdan un poco a los kakejikus o caligrafía japonesa con los que se van creando los shodo o camino de la escritura - que son considerados todo un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar, y que se practican con un pincel, sólo que Andrew ha sustituido el habitual pliego de papel de arroz por la húmeda arena de la playa, y el pincel y la tinta china por escalpelos, palitas y plumeros.
Un arte ecofriendly, de lo más inspirador, que además de requerir una gran precisión y gracia por parte del calígrafo, resulta efímero ya que su duración depende, lógicamente, de las mareas, los vientos…¡y de las pisadas!
Más información | Andrew Van Der Merwe En Embelezzia | Gunilla Klingberg Beach Art