Ayer fue una jornada de luto por la desaparición de la ex Primer Ministro Británica, Margaret Thatcher, y casualmente también de nuestra manchega más universal, la actriz Sara Montiel. Pero, además del mundo de la política y del cine, también se tiñó de negro el mundo de la moda, para despedirse de la diseñadora americana Lilly Pulitzer.
La diseñadora, que murió a la edad de ochenta y un años en Florida, se hizo famosa durante los años sesenta gracias a sus vestidos y camisetas decorados con telas de cortinas para la cocina, con estampados alegres y tropicales.
Su incursión en el mundo de la moda comenzó de forma casual y divertida. En 1959, Lilly Pulitzer servía zumos de naranja en un bar de zumos, ya que su marido se dedicaba a la plantación de cítricos. Para intentar ocultar las inevitables manchas de naranja, se hizo un vestido, sin mangas, en una tela de algodón muy alegre y colorida.
No pasó mucho tiempo sin que sus clientes le preguntasen dónde había comprado el vestidito, y así empezó su carrera, con una primera línea creada para la Lilly Pulitzer Inc. Su antigua compañera de colegio, Jacqueline Kennedy, fue fotografiada cuando era Primera Dama con uno de estos vestiditos conocidos como "Lillys".
Un éxito enorme para una diseñadora que, durante su larga trayectoria, también vistió a miembros de la familia Rockefeller. En 1984, Lilly Pulitzer decidió cerrar su empresa, que fue adquirida de nuevo en 1993 por la Sugartown Worldwide Inc.
Ayer en la página de Facebook dedicada a Lillly se podía leer:
“Esta mañana temprano, Lilly Pulitzer Rousseau murió en paz en Palm Beach, rodeada por su familia y amigos. Lilly fue una gran inspiración para todos nosotros, y la echaremos de menos. Durante las próximas semanas organizaremos diferentes actos para homenajear a Lilly, una gran mujer que fue capaz de unir a generaciones gracias a su alegría de vivir”.
Más información | Lilly Pulitzer
