La familia Chivite compró Señorío de Arínzano en 1988, con la seguridad que da la experiencia, por su terruño, su historia, arte y entorno, buscando crear una bodega que diera vinos de la máxima calidad y carácter singular.
Y eligieron al arquitecto navarro Rafael Moneo (Tudela, 1937), uno de los arquitectos españoles más internacionales y que más polémicas ha generado con sus proyectos,que cuenta en su extensa lista de galardones con el prestigioso Príncipe de Asturias de las Artes, para que hiciera su sueño realidad.
El concepto de chateau francés con terroir tradicional ha conseguido mantenerse en esta bodega que está rodeada de 160 hectáreas de viñedo, y donde las auténticas "estrellas" son las cepas.
Un maravillosos terroir que el propio Moneo no duda en calificar como "una bodega paisajística". De hormigón abujardado, la bodega enmarca los tres edificios originales (el palacio de Cabo de Armería, con su torre medieval del siglo XIV, la ermita neoclásica y el caserón), dando lugar a un arco que encierra las construcciones y que se integra a la perfección en el paisaje de encinas que la rodea.
Los vinos llevan el sello de la uva navarra de pura cepa (y nunca mejor dicho), se fabrican utilizando las técnicas más avanzadas para garantizar un tratamiento artesanal a lo largo del proceso de elaboración. Para la familia Chivite es importante que la viticultura respete y favorezca el entorno natural.
Una vez más tradición y modernidad se unen en un entorno privilegiado, de la mano de un gran arquitecto y un patrimonio artístico excepcional, para ofrecernos un producto con Denominación de Origen. ¿una copa de Arínzano?
Más información | Bodegas Arínzano, Estudio Moneo En Embelezzia | Bodegas de diseño : Viña Tondonia por Zaha Hadid