Bvlgari siempre ha sido un emblema de la creatividad y de la artesanía italiana, con un sello muy distintivo que incorpora, desde 1960, piedras preciosas de color a sus diseños de joyería. Coincidiendo con su 130 Aniversario, Bvlgari se ha asociado con el Victoria and Albert Museum, convirtiendose en el principal patrocinador de la exposición "The Glamour of Italian Fashion 1945 - 2014" en la que se podrán admirar el collar y el anillo de esmeraldas colombianas que fueron propiedad de la actriz Elizabeth Taylor, y que ahora forman parte del Patrimonio de Bulgari Collection.
El museo Victoria and Albert es el museo más grande del mundo dedicado al arte y el diseño, con colecciones sin par en cuanto a su alcance y su diversidad. El museo alberga 3.000 años de artefactos procedentes de muchas de las culturas más sofisticadas del mundo, entre ellos piezas de cerámica, muebles, moda, cristal, joyas, orfebrería, fotografía, escultura, textiles y pintura.
La exposición "The Glamour of Italian Fashion" es una recopilación de todas esas firmas de moda que hicieron del sello 'Made in Italy' un marchamo de prestigio que reconocía internacionalmente todo el glamour del estilo italiano. La muestra reúne impresionantes fotografías de moda extraídas de los archivos de todas estas maisons de couture, y objetos inéditos procedentes de colecciones privadas, para que podamos explorar el estilo italiano de los modistos de la posguerra que desfilaban en la Sala Bianca.
Entre las piezas seleccionadas, podremos ver prendas de punto firmadas por Missoni, abrigos de pieles y trajes confeccinados con todo el expertise y la exquisitez del tailoring, que han contribuido a que Italia sea sinónimo de estilo en todo el mundo.
Entre las firmas presentes cabe destacar a Emilio Pucci, Giorgio Armani, Gucci, Fendi, Missoni, Valentino, Franco Moschino, Gianni Versace, Dolce & Gabbana, Miuccia Prada y Roberto Capucci, así como sastres sur mesure y especialistas en moda masculina prêt-à-porter de la talla de Carlo Palazzi y Ermenegildo Zegna.
Se trata de una mirada retrospectiva a la moda italiana desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, para destacar la calidad excepcional de la técnica, los materiales y experiencia que han llevado a Italia a convertirse en todo un referente.
La dramática transición de la moda italiana después de las ruinas de la posguerra se notó a partir de los desfiles que se empezaron a celebrar en Florencia, en la década de los Años 50 en la famosa Sala Bianca, que contribuyeron en gran medida a impulsar a la moda italiana hasta el estrellato mundial. Durante la década de 1950 a 1960, muchas películas hollywoodienses se rodaron en Italia, lo que tuvo un gran impacto en la moda italiana.
Actrices como Audrey Hepburn y Elizabeth Taylor se convirtieron en las mejores embajadoras de estilo de la moda italiana, alimentando el apetito internacional por la ropa de lujo Made in Italy.
En la exposición se podrán ver alrededor de cien conjuntos y accesorios pertenecientes a las principales casas de moda italianas como Simonetta, Pucci, Sorelle Fontana, Valentino, Gucci, Missoni, Giorgio Armani, Dolce & Gabbana, Marni, Fendi, Prada y Versace, y también las creaciones de los nuevos talentos del mundo de la moda.
En 1945, gracias al famoso Plan Marshal, muchos empresarios emprendieron la tarea de la reorganización de las fábricas italianas con el fin de de revitalizar al país, muy debilitado después de la guerra. La moda pasó a convertirse en la piedra angular de la recuperación de la posguerra de italiana.
En 1951, Giovanni Battista Giorgini organizó los primeros desfiles de moda internacionalmente reconocidos de Italia. Al año siguiente, obtuvo el uso de la Sala Bianca, una opulenta sala dentro del Palacio Pitti de Florencia decorada con grandes arañas de cristal. La sastrería sur mesure y la Haute Couture Made in Italie empezaron a exportarse.
El entusiasmo por la sastrería italiana se hizo muy popular a nivel internacional gracias a las imágenes de los actores y actrices italianos elegantemente vestidos. Los trajes de Marcello Mastroianni en la película de 1960 La Dolce Vita contribuyeron en gran medida a popularizar el traje italiano en todo el mundo.
Este tipo de trajes, además de la tela, requieren precisión en el corte, un perfecto ajuste con detalles de fino acabado. Algunos detalles como la forma de un bolsillo o de la manga, a menudo diferenciaba un traje napolitano de uno fabricado en Roma.
Desde principios de 1970, la popularidad de la Haute Couture italiana dio paso al entusiasmo por la moda "Made in Italy". Gracias a la prensa especializada, a la publicidad y a sus fábricas, Milán se convirtió en la nueva capital de la moda italiana.
El "Made in Italy" fue una campaña de marketing perfectamente orquestada que incluía, además de la moda, el cine, el arte, la comida, el turismo, el diseño llegando a convertirse en la marca del estilo. Desde 1985, muchos diseñadores italianos pasaron a convertirse en auténticas celébrities por méritos propios, posicionando y solidificando la reputación de Italia en este sentido. Estos diseñadores tocaban todos los palos, desde ropa hasta mobiliario de diseño, que luego exportaban a otros países. En la actualidad, cuentan con una legión de fans en todo el mundo.
Los años transcurridos desde el 2000 hasta la fecha han estado marcados por grandes escándalos políticos y problemas económicos. Algunas grandes marcas de la moda italiana han pasado a manos de grandes grupos extranjeros. Todavía está por ver en qué acabará aquel famoso "Made in Italy" en el futuro pero, de momento, todavía podemos disfrutar, del 5 de abril al 27 de julio en el Victoria and Albert Museum, de la tradición artesanal - en muchas ocasiones heredada de padres a hijos -, que siempre distinguió la moda italiana durante décadas.
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