Comenzó Cristina el otro día con su menú de Nochebuena, así que ahora llega mi turno. He de reconocer que no sé que cocinará mi madre con mis tías, porque mi Nochebuena es en un pueblo de la sierra de Segovia, nevado casi todos los años, donde toda la familia nos reunimos. Hay una cosa que nunca, jamás, falta, y es el champagne. Porque en mi familia somos fans. Y claro, no uno cualquiera, sino uno de los mejores... Möet & Chandon, así que es el elemetno principal de nuestra mesa. Porque las botellas al final de la velada son muchas.
Para abrir boca, foie gras de ganso ibérico, con mermelada de frambuesa. Queso curado, muy curado, con almendras y nueces. El <a href="Ibores puede ser una gran opción. Y para regar estos platos, junto a un poco de caviar Petrossian (en edición limitada con cristales Swarovski, aunque sin cristales también es perfecto), vino blanco de crianza. Un Enate Uno de 2003, Chardonnay, con sabor a melocotón y turrón.
Entre plato y plato, y para preparar el paladar a un cambio, sorbete de limón con champagne. Así vamos probando nuestro Möet en edición especial... Y listos para la ensalada gourmet de langostinos, con frutas, langostinos y salsa rosa. Cama de lechuga, kiwi, piña, mora, frambuesa y fresa. Y acompañada de frutos secos como pasas, nueces y orejones. Sí, me encanta la mezcla de frutas y frutos secos con lo que sea. Aunque prefiero la salsa de mostaza, en mi casa triunfa más la rosa.
Para el segundo plato prepararemos dos: uno nuevo, sushi de salmón (gracias a PepeKitchen va ser perfecto), y otro digamos, tradicional, pero con aires orientales: salmón glaseado con sake. Fácil de preparar, pero con su gracia. Sobre todo, por lo glaseado.
Y en cuanto al tinto, uno que ya os presenté, Beso de Rechena. Sí, hay tradiciones familiares difíciles de romper, pero para quien quiera probar un vino blanco gallego, de mis favoritos, un Albariño Zárate El Palomar 2005, de las Rías Baixas.
No creo que se me olvide nada, si acaso alguna salsa, pero como no me dejarán usar la de mostaza para la ensalada, es probable que cambie el sake por mostaza picante.
De postre, seguro, seguro, el árbol de Navidadperfecto: el de chocolate.
Y si alguien tiene hambre (tras el caviar, la ensalada, el queso, el jamón, el vino, más vino, el salmón, el chocolate y los villancicos) ... que siga con el champagne y el chocolate, si es que no hay mejor mezcla... ¡¡Feliz Navidad!!
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