Os he dejado el tiempo suficiente para ir digiriendo los innumerables platos que os he mostrado foto a foto del menú degustación que El Bulli está sirviendo en su última temporada este 2011. No os relajéis que vienen los platos de caza y los siempre esperados postres.
Para disfrutar un plato de caza hay que tener el paladar preparado para ello. Su sabor intenso no siempre gusta a todo el mundo. Por fortuna en casa siempre se ha cocinado caza, tanto mayor como menor, y me gusta. ¿Compensa que no aprecie el caviar?
Los platos de caza fueron representados por la liebre. En la foto principal, los dos "Buñuelos de liebre" se servieron con el "Cappuccino de caza". Delicioso, necesita de un buen tinto. El sumiller nos recomendó un Ribera del Duero excelente, un Regina Vides 1999 de Bodegas Sastre. Maridaje perfecto.
En esta cuchara de presentación veis el "Risotto de moras con jugo de caza", el dulce y la caza. Me encantó. A partir de ahí, y respondiendo a nuestro fiel lector Jeeper en comentarios, a partir de ahí ya tuve que hacer esfuerzos para seguir con los platos.
La mesa frente a mí iban unos platos por delante que la nuestra y cuando vi el vaso teñido de rojo como el de la foto superior, la curiosidad pudo conmigo. ¿Qué es eso? Sangre de liebre. En ese momento casi necesito una transfusión porque fui dispuesta a experimentar todo tipo de sabores e ingredientes pero eso, como que no.
En realidad era un jugo de remolacha que jugaba a ser sangre de liebre, el complemento al "Ravioli de liebre con su boloñesa y su sangre". Siento no tener una foto: se me pasó.
Reconozco que mi estómago es pequeño y tras las "Castañas miméticas" (foto superior) rellenas de jugo de caza y el último plato de caza, "Contraste de temperaturas", los tres comensales agradecimos que empezaran los postres.
Los "Terrones de azúcar al té y al limón" se rociaban con la pipeta y se fundían amablemente en la boca. Un cambio de paladar agradecido como agua de mayo tras la caza.
La copa que parece un Martini imposible son "Frambuesas al té". Hermosamente prendidas con un fino tallo, las frutas contrastaban espectacularmente con el té verde. La foto aparece rara con esa intensidad pero en realidad es así.
Dos postres románticos: los "Filipinos" y el "Nem de flores". Los filipinos son una fina capa de chocolate negro y el relleno líquido es de coco. Curioso y goloso aunque si tuviera que escoger solamente un postre, sin duda sería el Nem de flores. Todo un descubrimiento personal: delicado, dulzón, crujiente y colorido.
Los pets de monja és un postre típico catalán, unas mini galletas que crean adicción. En El Bulli son "pets de maduixa y praliné" (traducido del catalán, pedos de monja. Estos catalanes ...)y aunque me gustaron tenían un sabor final en boca amargo que me sobraba. Era el praliné, la gota encima de los "pets".
Y tras todos estos platos, la injusticia más grande: la "Caixa", que nada tiene que ver con la entidad bancária. Ya sé porqué la sirven tan completa, tan radiante, tan tentadora al final: ya no puedes más y la admiras más que la comes. ¡Es injusto! Con lo que me gusta el chocolate, los bombones, los rochers, ... no podía más. Casi me echo a llorar.
En Embelezzia | Cenar en El Bulli, mi sueño cumplido (II): el menú degustación 2011, Cenar en El Bulli, mi sueño cumplido (I)