Chanel acaba de presentar una nueva colección de joyas a la que ha bautizado con el nombre de Jardin de Camélias, y que se compone de noventa y nueve piezas que giran en torno a un leit motiv: la camelia, uno de los símbolos más emblemáticos de la maison fundada por Coco Chanel.
Gabrielle Chanel sentía especial cariño por esta flor pues le encantaba su simetría. Tanto es así, que no tardó en convertirla en un broche para poder adornar con ella sus famosas chaquetas de tweed. Durante los desfiles, tampoco dudaba en hacerle un guiñó colgándola del cabello o de la muñeca de sus modelos.
Esta colección de joyas que hoy os presentamos es la primera que se realiza basada en la camelia. Siguiendo la más pura tradición Chanel, recupera los contrastes entre el blanco y el negro a través de la utilización del ónice y de los diamantes, de la laca de color negro o incluso de los corales blancos.
El resultado es una recopilación de piezas absolutamente excepcionales con continuas referencias a la Haute Couture, y a la vida de la gran Coco a través de sus bordados, y encajes, pasando por los lazos y, como no podía ser de otra forma, de sus famosas camelias.
No es extraño, por tanto, que este florido jardín se subdivida en una serie de líneas que, a continuación, pasamos a detallaros: El conjunto Ruban de Camélia presenta a esta flor en su forma más gráfica por medio de diamantes combinados con largas ristras de perlas de ónice.
La línea Gourmand pone especial empeño en resaltar un montón de alegres y acidulados colores por medio de turmalinas rosas, granates y rubelios, colocadas sobre un lecho de diamantes, proporcionando al conjunto un generoso volumen en tres dimensiones.
Para su línea Perles de Camélia, parece como si las perlas se hubiesen ido depositando como gotas de rocío sobre los pétalos de la flor, y que la refracción de la luz las hubiese descompuesto en multitud de colores, haciéndolas resplandecer con deslumbrantes brillos.
La sortija Camélia Givré representa a esta flor con su apariencia invernal, el conjunto Boutons de Camélias sugiere el principio de la primavera a través de un delicado capullo realizado con pequeños diamantes, rodeados de hojas también cuajadas de diamantitos.
Para rendir un merecido homenaje a todo el universo Couture de Chanel, el conjunto Broderie de Camélias ilustra con gracia la minuciosidad de los bordados que podemos ver en los desfiles, con ese toque ligeramente abombado - tan característico -, gracias a una combinación de zafiros rosas y malvas, y de diamantes engarzados sobre una montura en oro blanco.
Parece que los ópalos, poco a poco, han conseguido volver a ponerse de moda. Así pues, también los encontramos (¡por primera vez!) en las creaciones Chanel, pudiéndo admirar sus bonitos reflejos azulados en el collar Pétales de Camélias.
La camelia, esa flor de origen asiático, presente en el imaginario Chanel desde 1923, ha servido pues de inspiración para el diseño de una amplia colección de joyas que se declinan en un hermoso y colorido jardín por medio de diamantes, zafiros multicolores, turmalinas, espinelas, ónices, ópalos y perlas a través de sortijas, collares, pendientes, brazaletes y broches desarrollando la tridimensionalidad y la movilidad gracias a sus sofisticados engarces.
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