Fundada por Mario Buccellati a principios del pasado siglo, en Milán, Buccellati se ha convertido en un referente de la alta joyería italiana. Cada pieza es diseñada por el presidente de la compañía Gianmaria Buccelatti y su hijo de manera casi artesanal.
Una empresa familiar que se expande de manera asombrosa por el mundo: Andrea es responsable del área artística y diseño; Gino, es responsable del área de producción de joyas en plata; Maria Cristina se ocupa del marketing y la comunicación de la compañía; y la esposa de Gianmaría, Rosie también se ocupa de áreas comerciales y de compras. Trabajo familiar en equipo de la familia Buccellati.
Buccellati fué un joyero que marcó un estilo propio que ha pervivido hasta nuestros días. Se pueden encontrar piezas Buccellati en las famosas joyerías del Ponte Vecchio en Florencia y en París, en la mítica Place Vendôme. Las perlas naturales y los topacios azules acompañan el delicado diseño Buccellati para ofrecer unas piezas muy especiales y demandadas.
Algunas de sus piezas tardan meses, o incluso años en producirse. Joyeros de coleccionistas y caprichosos, los Buccellati diseñan para sus clientes piezas de encargo, a la medida del gusto de clientes, que tienen el privilegio de hacer el seguimiento de la creación de la joya desde su inicio en el boceto.
Entre los expertos, las piezas de Buccellati gozan de tal prestigio que tienen su propio museo, con piezas única pertenecientes a la colección familiar. Es un placer descubrir la firma Buccellati, generación tras generación.
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