Después de la maravillosa experiencia navideña vivida en Printemps Haussmann, Dior ha decidido cruzar el charco. Del 16 de marzo al 14 de abril, Dior se instalará en Harrods. La moda francesa adornará así los escaparates y el interior de estos emblemáticos almacenes con una capsule collection con acento british.
La idea de partida consistía en rendir homenaje a esa elegancia británica que tantas veces ha inspirado a la maison du luxe francesa por excelencia. El resultado ha sido que los escaparates de Brompton Road se han visto decorados con una puesta en escena inspirada en los perfumes cult de la casa - J'adore y Miss Dior -, con las habituales tonalidades en blanco y en gris, pero sin olvidar hacer un cariñoso guiño a las sempiternas cabinas telefónicas de madera y a sus buzones de correo.
Cuando la marca decidió instalarse en Harrods, no dudó en ajustar su reloj a la hora inglesa lanzando una exclusiva serie de objetos cien por cien ingleses: desde una reinterpretación del bolso Lady Dior a un precioso osito de peluche, pasando por un collar de perlas o una muñeca dentro de una bola de nieve. Sin olvidar una colección de maquillaje concebida para la ocasión cuyo colorido ha sido bautizado con el nombre de "Windsor". Todo con el marchamo del tartan (el emblema de Harrods).
A la entrada de los grandes almacenes, los Royal Beefeaters (la guardia de honor al servicio de su Graciosa Majestad) lucen uniformes firmados por Raf Simons, el director artístico de Dior.
También han presentado, en primicia mundial la nueva fragancia "Gris Montaigne", con notas de bergamota de Calabria, rosa de Turquía, pachouli, jazmín, con un toque amaderado creada por el nariz François Demachy.
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