Hace un par de días os hablaba de las Cristal Room de Baccarat, estandarte del trabajo de esta firma francesa. Hoy os quiero mostrar un concepto decorativo radicalmente diferente: el B Bar Marunouchi en Japón, con el que Baccarat muestra al mundo que sabe abrir sus horizontes a la modernidad.
Cuando renovaron la boutique Baccarat Marunouchi en Tokio en el 2003, adecuaron este sofisticado bar como punto de encuentro business y de tiempo de ocio en un ambiente elegante, bautizándolo con la inicial de la maison.
La barra de 12 metros de largo está hecha con madera exótica de Asamera y esa iluminación directa, en círculos espaciados casi al compás, es para dar valor y protagonismo a sus preciosas copas.
El color de los sofás y butacas no podía ser otro que el tradicional rojo de la casa y, aunque en la foto no se aprecie mucho, debe ser un espectáculo para la vista el contraste con las lámparas de techo Zenith, de cristal negro y 24 luces, que vimos también en el Cristal Room de Paris.
No hay local de ocio que se precie que no dedique atención al espacio lavabos. Habrá que ir hasta allí para ver expuestas algunas copas que, junto a otras expuestas en el salón, salieron del museo Baccarat en Paris para viajar hasta el país nipón, en total una 300 piezas.
Lugar de reposo, de cierre de tratos laborales, de alto en el camino hacia las múltiples opciones de visita en la ciudad más extensa del mundo, donde viven casi el mismo número de personas que en toda España, y exposición de arte. No se puede pedir nada más.
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