Una vez estallada la bomba mediática sobre la bajada al segundo lugar de El Bulli como mejor restaurante del mundo en la famosa lista San Pellegrino World's 50 Best Restaurants es cuando la notícia empieza a ser interesante.
No es interesante nombrar a Ferran Adrià por sexto año consecutivo como el primero ni tampoco repetir que ahora está en el segundo lugar: ese maremoto se ha calmado.Tiene más morbo gastronómico leer las críticas que salen de nuevo sobre listas influyentes y sus ránkings como la lista Pellegrino. Y la Michelin, claro. La competencia.
El poder que tienen está fuera de duda y no hace falta que se lo digan al Noma, restaurante danés que figura ahora en el top de la lista. Los que no sabían ni que existía saben pronunciar ahora incluso el nombre de su chef, el joven cocinero Redzepi. Elijan como elijan a los galardonados, hay que felicitarle: acaba de pasar a la historia.
No me gustaría estar en el lugar de Redzepi porque, lo quiera o no, ahora es el blanco de los críticos y superar al equipo de El Bulli no va a ser fácil. Porque no está como número uno de la lista por ser mejor que ellos sino porque hacía demasiados años que estaban ahí. En todo caso por ser una cocina diferente. Bueno, no: es en El Bulli donde cocinan con métodos fuera de lo común.
Tenderán que pasar muchos años y aparecer alguien con una visión tan extraordinaria como la que tiene Ferran Adrià para que el comensal lo declare el mejor del mundo. Y de hecho, la fiera de la cocina sólo se ha retirado a un merecido descanso y paréntesis. Promete volver tras la calma con una tormenta llena de novedades en el 2014 que no tengo espera en descubrir: ahí sí habrá verdadera notícia.
De todos modos, al nivel al que ha llegado El Bulli y lo eficazmente que ha mantenido el pulso todos estos años, nada tiene que probar ya. Seguro que todos duermen como angelitos por la noche.
Sitio oficial | The World’s 50 Best Restaurants En Embelezzia | Sobre el precio del menú de degustación de El Bulli, La inspección anónima de la Guía Michelin