Como cada año, Alejandro Montes - uno de los mejores chef especializados en repostería que tenemos la suerte de poder disfrutar en Madrid -, y el equipo de Mamá Framboise han creado una espectacular y emotiva mona navideña de chocolate con mucha creatividad, buen hacer y sentido del humor.
Este año, el leitmotiv que inspiró y guió a estos maestros artesanos fueron todos aquellos juguetes con los que solíamos jugar cuando eramos niños, cuando no existían consolas, tablets, ni vídeojuegos.
Grúas, hormigoneras, entrañables renos tirando de trineos tan rojos como la Navidad, un inefable Mr. Potato que también ha querido contribuir a la causa portando una llave inglesa tamaño XXL, pero sin descuidar la seguridad en el trabajo gracias a un gracioso casco de obra, también rojo (noblesse oblige!).
Probablemente más espectaculares, pero mucho menos emotivos - por lo menos, en mi opinión -, me han parecido el robot gigante y el Santa Claus biónico, aunque no dejo de reconocer el mérito.
De lo que no cabe la menor duda es de que sí se habían propuesto hacer volar la imaginación, objetivo cumplido, pues resulta curioso obervar como se dilatan las pupilas de todos los que entran por esta boulangerie-patisserie con acento francés.
Por lo visto, todo este trabajo artístico fue diseñado y elaborado durante 15 días por todo los pasteleros divididos en equipos, que se dividieron el ingente trabajo de esta obra escultórica en distintas partes, para luego ensamblarlas, y crear la composición que hoy todos podemos admirar.
Como siempre, Alejandro Montes lideró el proyecto, aconsejando y jaleando a los equipos, y echando una mano cuando hacía falta. El resultado ya lo estáis viendo: ¡Pura magia navideña con sabor a chocolate!
Más información | Mamá Framboise En Embelezzia | El buen hacer de Alejandro Montes, maestro artesano pastelero, y alma de Mamá Framboise
