Pascua es la fiesta rusa más importante dentro del calendario cristiano ortodoxo. Una ocasión estupenda que anima a las familias a perpetuar las tradiciones y a reunirse alrededor de la mesa. Alegría, celebraciones y festín gastronómico, todo se mezcla en este día particularmente festivo.
Unos cuantos días antes, cada familia procede de forma tradicional a la preparación de unos deliciosos pastelitos llamados koulichs. La pintura de los huevos de Pascua también es un ritual esencial durante esta época del año.
Antaño, la costumbre era pintarlos de color rojo, pues ese era el símbolo de las Pascuas cristianas desde el siglo XII. Inspirándose en los gustos y en los colores de la Pascua Rusa, el Café Pouchkine de París ha creado, este año, su Huevo Hermitage cubierto de adornos dorados que recuerdan mucho a los del famoso museo Hermitage de San Petersburgo.
El Huevo Hermitage está relleno de deliciosas trufas y de pequeños huevos de pralinés, y su sola presencia nos sumergirá en el ambiente encantador y lujoso de la Rusia de los zares.
Desde el pasado 21 de marzo, este huevo de hechuras barrocas se vende cada fin de semana en el Café Pouchkine de París, pero se podrá adquirir todos los días a partir del 11 de abril hasta que se termine la Pascua.
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