Hace ya semanas que la notícia del proyecto de abrir un hotel de lujo en el Palacio de Versalles va de blog en blog. Me pareció muy extraño que las autoridades que gestionan el Château de Versailles, una maravilla histórica de Francia, accediesen a tal empresa. El edificio del Hôtel du Grand Contrôle no está dentro del famoso castillo aunque sí muy cerca.
Si alguien se había ilusionado en pernoctar en el Palacio de Versailles o Château de Versailles como el mismísimo Rey Sol o María Antonieta, siento desilusionarles. En parte solamente puesto que el hôtel de charme está previsto que abra al público sus 23 habitaciones a finales de 2011.
El edificio del Hôtel du Grand Contrôle lo mandó construir el duque de Beauvillier en la década del 1680 en un terreno de 1.700 metros cuadrados. Desde 1723 hasta la Révolution, el edificio se destinó al control general de finanzas y de ahí su nombre.
Pasó a manos públicas el año 2008 en mal estado de conservación e higiene. La autoridad que se ocupa de este antiguo hotel privado, que pasó incluso a depender del departemento de la guerra a mitad del siglo XIX, es l'Etablisement Public de Versailles (EPV). No intentéis solicitar información directamente al Château de Versailles porque os desviarán al Ayuntamiento de Versailles.
El propósito del EPV es de encontrar financiamiento para su restauración, gasto estimado en 5,5 millones de euros y finalmente será Ivy International, S.A. quien se ocupe de la labor. Obviamente tienen muy presente de que se trata de un edificio histórico, van a respetar la antigua construcción y pretender restaurarlo para gestionar un hotel de charme (la versión española sería un hotel con encanto).
Así que habrá pronto a disposición de los visitantes del Château de Versailles un hotel exclusivo donde los haya, muy cerca del castillo-palacio pero fuera de sus dominios, concretamente en la rue de l’Indépendance américaine, con vistas de algunas de sus habitaciones sobre l'Orangerie (foto principal). Imagino que serán las más solicitadas, la vista puede ser espectacular.
Que se restauren y se abran al público edificios históricos para su conservación tanto física como económica me parece una decisión más que acertada. Es un lujo para el visitante y un respeto para un edificio de interés condenado al deterioro. Espero con impaciencia las primeras imágenes del nuevo hotel y sus 23 habitaciones.
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