En septiembre y octubre hablamos mucho de la elaboración del vino, llegó el momento de la vendimia. Hasta obtener el apreciado vino existen docenas de pasos a seguir. Con estas imágenes tomadas hace un par de semanas en el Alt Empordà, quisiera explicaros la etapa del racimo maduro al mosto.
En bodegas familiares de pocas hectáreas es fácil seguir el recorrido. Entre las hileras de los viñedos, las cajas para la recogida se van llenando de racimos, siempre recolectados a mano. A veces los granos están en un estado impecable como la Garnacha que veréis más abajo. Otras, por diversas razones aunque la principal es la meteorología, conviven granos secos o deteriorados que hay que desechar.
Los vendimiadores representan la primera selección de los racimos, desechan los que no se pueden aprovechar para obtener el mosto. Las cajas van apilándose y se llevan a la bodega sin demora. El enólogo ha estado comprobando la madurez de la uva y, tras esperar pacientemente este momento, el tiempo ahora apremia.
En una cinta como ésta, se seleccionan de nuevo los racimos recién recolectados con ojos expertos. En la foto inferior podéis ver que la cinta sigue en forma de rampa, el recorrido pasa por la desparrilladora. La parte leñosa o raspón es separada del grano por esta máquina.
Grano y raspón se separan para siempre. En la galería de imágenes veréis la montaña del desecho leñoso en el exterior. Lejos de poder eliminarlo sin más, estos raspones serán inspeccionados para controlar que no se utilizan para fabricar alcohol etílico, prohibido por Ley.
El tubo-manguera hace llegar los granos de la uva a la prensa, cuando está llena se acciona la máquina y una plancha presiona los frutos. El mosto que se obtiene riega la bandeja inferior. Me encanta el olor que desprende, tan azucarado que empacha más de un sentido.
¿Habéis probado alguna vez mosto recién prensado? Aunque las fotos al principio del post son de la variedad Garnacha Negra, el día de mi visita el protagonista era el blanco Picapoll. El líquido es turbio, de un aroma intensamente goloso. A mí me gusta aunque beber demasiado mosto puede sentar mal.
Directamente de la bandeja de la prensa, pasa por el último tubo que lo lleva a las cuvas de acero inoxidable. Empieza la fiesta de las levaduras y los azúcares, el mosto irá evolucionando hacia una bebida alcohólica: empieza la fermentación.
Quiero agradecer al equipo de la bodega Martín-Faixò por acogerme esa mañana de finales de septiembre en los viñedos y en la bodega. La vendimia 2012 ha sido de menor cantidad respecto al año pasado aunque se habla de una producción de uva de gran calidad. Lo celebraremos.
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