Diego Rodríguez es uno de los veteranos de Casa Decor. El único diseñador que queda de aquel pool de interioristas que contribuyó a hacer que Casa Decor se convirtiese en una de las mayores manifestaciones de arte, diseño y decoración de nuestro país.
Por eso me ha hecho muchísima ilusión volver a hablar con él, y comprobar que su espacio seguía siendo, para no perder la costumbre, de lo mejorcito que se puede ver en esta edición del 2014. Porque Diego no es como las top models de los 90 - que han vuelto con brío al panorama actual -, sino que nunca se ha ido; y sigue con tanta fuerza o más que nunca. Noblesse oblige!
Coincidiendo con la 49 edición de Casa Decor, su propuesta de salón contiene todos los ingredientes que conforman el ADN de Diego Rodríguez. Por ejemplo, todo el mobiliario y las esculturas están firmadas por este artista. Los chandeliers están de moda, pero este visionario los introduce en sus diseños en forma de alfombra.
Es como si su autor hubiese apostado por recuperar sabores básicos que vemos reflejados en los paramentos de madera decapé que tapizan todas las paredes, combinándolos con cromados de gran belleza que son un guiño a toda aquella estética de la época industrial, sólo que con un twist que los ha dotado de gran sofisticación.
Enseguida se me fueron los ojos hacia la la lámpara Vibia - que tanto llena los espacios a pesar de lo liviana que es -, y hacia esa escultura realizada en filtro de Natalia Palafón, a medio camino entre el diafragma de una cámara fotográfica y ese cestito metálico, que se abre y se cierra, y que suelo utilizar para cocer las verduras en la olla. ¡Me encantó - aunque no sé qué tendría que decir el Feng Shui al respecto!
Pero, este año, la auténtica joya de la corona era una original mesita realizada en una madera con acabado de galuchat. El galuchat es un tesoro natural del fondo de los mares, que destaca por su belleza y singular textura, pues la piel de este pez recuerda mucho a las huevas del caviar.
La mesa diseñada por Diego Rodríguez ha sido realizada con una madera exótica de un árbol llamado mongoy cuya superficie ha sido tratada, con ayuda de las tecnologías más avanzadas y un laborioso proceso artesanal, para reproducir el efecto caviar del galuchat, que combina y contrasta fenomenal con el cromado de las patas de esta mesa.
Diego Rodríguez siempre se ha distinguido por su pasión a la hora de extraer el lado más sensual de los materiales nobles (madera de roble, de ébano o de iroko), con un diseño emocional que han sabido captar a la perfección los maestros artesanos que trabajan para el taller Elements in Architecture, por lo que han decidido formar una joint-venture, para dar vida a una línea a la que han llamado Elements in Tarsia.
Desde aquí saludamos al maestro. ¡Larga vida al DR Concept!
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