Es vox populi, Gérard Depardieu ha dicidido abandonar Francia para huir de las medidas fiscales instauradas por el nuevo gobierno. No es de extrañar pues que la increíble vivienda del actor se haya puesto a la venta por cincuenta millones de euros.
Situada en el corazón del barrio de Saint-Germain-des-Prés, se trata de una morada fastuosa de 1.800 metros cuadrados de superficie, veinte habitaciones de entre las cuales diez son dormitorios, un ascensor, una terraza, una piscina cubierta y una cocina profesional.
El edificio data del siglo XIX y está considerado patrimonio nacional. La propiedad cuenta también con un jardín de 200 metros cuadrados y otro edificio, más moderno, que es el resultado de la colaboración de dos grandes artistas de nuestra época.
En otras palabras, todo el espacio necesario para vivir como un pachá aunque, lo cierto, es que el actor no vivía en él todo el rato. Sin embargo, había instalado allí las oficinas de su propia productora “DD Prodctions”.
Se rumorea que Depardieu tenía previsto transformar estas instalaciones en un hotel de lujo. Sus proyectos han debido sufrir un cambio radical cuando ha decidido poner la casa en venta por un precio astronómico, ya que el actor la compró en el año 1994 por una suma de cuatro millones de euros.
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