La semana pasada se anunciaba el primer cajero de oro en Pekín, China. El nuevo y acelerado mercado de lujo está ávido de oro y allí instaló una nueva máquina vending la empresa Gold to go. Máquina blindada, diseño horrible.
Comprar oro cada vez tiene menos glamour. Ya no entras en una joyería ni encargas lingotes de oro a empresas especializadas (aunque esa idea es más romántica que glamourosa). Ahora acudes a una máquina vending, pagas con tarjeta de crédito (se acepta efectivo) y obtienes monedas o uno de los 320 lingotes de oro de su interior. ¡Atención, límite de compra!
No puedes sacar más de 115.000 euros en oro de las máquinas Gold to go. No pretendas jugar con su valor porque el cajero está conectado con los mercados y se actualiza su precio cada 10 minutos.
La ironía es que hasta hace poco los chinos tenían prohibido por Ley comprar lingotes de oro a un particular. Deshecha la Ley, hecha un arma contra la inflación, brutal en el país asiático. El oro deslumbra a los adinerados chinos y todo el mundo está contento: los inversores, el gobierno y la empresa alemana fabricante del vending de oro.
Si te han entrado ganas de conseguir uno de esos lingotes de oro, puedes ir a una perfumería y llevarte One Million de Paco Rabanne o desplazarte hasta "The Westing Palace" en Madrid. Allí instalaron a finales de septiembre 2010 una máquina Gold to go. Yo me quedo con el Eau de Toilette.
Vía | El Periódico.com Más información | Gold to go En Embelezzia | Alemania, Suiza y Austria tendrán máquinas expendedoras de oro, La primera máquina vending de oro 24k en el Emirates Palace Abu Dhabi
