¿Os acordáis cuando hace un par de años todo eran caracolas, Nautilus o espirales porque representaban la proporción áurea - esa proporción divina que se encuentra de forma natural en cuanto nos rodea? Hubo quien, incluso, aseguraba que las espirales nos cargaban de las energías de los chakras, por lo que también nos vendieron anillos o colgantes con espirales para que pudiésemos conectar con nuestro yo espiritual.
Bueno, pues de dos años a esta parte, los pájaros han venido a sustituir a las espirales, pasando a ocupar el centro de la escena. Hemos visto golondrinas en la boutique de Hermès de Barcelona, a Cara Delevingne rodeada por lechuzas y búhos. En Chez Dior, por ejemplo, los pájaros han servido de hilo conductor para la última campaña de la colección otoño-invierno 2013-2014 de la línea Baby Dior.
Los pájaros pueden tener diversos significados pero, además de proporcionar un aura poética y romántica, también parecen querer transmitir una idea de libertad, de cambio. Las palomas siempre representan alegría, una unión feliz. Los gorriones, además, transmiten amor y dignidad.
Así pues, para esta nueva campaña dirigida a los más pequeños de la casa, la maison Dior ha preferido dejar los Birds of Paradise y optar por estos otros menos espectaculares, pero pacientemente realizados en papel, que representan a palomas y gorriones comunes, aunque igualmente hermosos.
En las imágenes, las pequeñas aves urbanas rodean literalmente a los niños o encuentran refugio entre sus manos. Los niños parecen mirarlos extasiados.
Al margen de la puesta en escena, fotografiada en un decorado de lo más Dior-rísimo, digno de un cuento de hadas, las prendas que lucen los niños recuerdan un poco a la moda de cuando yo era pequeña. Sobre todo ese abriguito cruzado de lana en color rosa palo con cuello bebé, tan cortito como los de mi época, a juego con un gorrito de fieltro en forma de tiesto.
Los chicos, por su lado, lucen chaquetas azules, camisas blancas por fuera de los pantalones o parkas verdes forradas con suave piel de mouton.
Las prendas recuperan los colores de la colección para mujer, adquiriendo tonalidades azules grisáceas en los brocados, raso de color crema adornado con plumas de avestruz, y también un atrevido y alegre rojo gracias a un vaporoso vestido con bajos con godés con sobrefalda de tul del mismo tono.
¿Os gusta la nueva colección o la veis demasiado "bon ton"?
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