El diseñador Nicolas Vaudelet acaba de presentar un fashion film, firmado por el fotógrafo y realizador Alberto Saguar, donde podremos apreciar toda la creatividad y la calidad del nuevo estilo clásico de su tercera colección en solitario, diseñada para el otoño-invierno 2013-2014.
Su segunda colección, a la que bautizó con el nombre de "Krasna Zima" (invierno rojo), fue presentada en Madrid en marzo del 2012. En diciembre, presentó su colección de invierno, y su colección de verano en Koweit City (Filipinas), que obtuvo un clamoroso éxito.
Nicolás Vaudelet nació en la Bretaña francesa, en 1976 un pueblito llamado Frehel, y aunque el recuerdo del mar y de la campiña bretona, de los pescadores y de sus viudas, son bonitos flash-backs de su infancia, ese es un dato puramente anecdótico porque, ahora que no nos oyen nuestros vecinos los franceses, me atrevería a decir que él se siente sevillano por los cuatro costados.
Bueno, no tanto, porque "Frehel" fue el nombre con el que bautizó su primera colección en solitario, y que presentó con un desfile que recordaba un poco a aquellos otros, de los años sesenta, que se realizaban en los salones de las grandes firmas. Noblesse oblige!
Cuando he visto el magnífico retrato que le ha hecho Chesco López, el mismo fotógrafo que ha firmado el lookbook con el que este año ha decidido promocionar su nueva colección, me ha venido a la mente la imagen de Tancredo di Lampedusa del Gattopardo.
Puede que por los bigotes rizados o porque, en alguna parte, he leído que le gusta ensalzar los valores y la tradición de los artesanos, pero reinterpretándolos en clave del siglo XXI.
Vaudelet se ha formado en los mejores talleres del mundo de la moda. Su periplo comienza cuando después de estudiar en el Esag Met de Penninghen y en Jacques d’Andon, empieza a trabajar en los talleres de Christian Lacroix - a quien considera su mentor -, después pasó por los de Dior en la época de Galliano, trabajó codo con codo con Marc Jacob cuando estaba en Louis Vuitton, y colaboró incluso con el desaparecido y añorado McQueen para Givenchy.
En el 2007, cuando estaba trabajando con Jean Paul Gaultier - de quien asegura haber aprendido el arte de la sastrería -, los responsables de la firma andaluza El Caballo le hicieron una oferta que no pudo, o no quiso rechazar, instalándose en Sevilla. Cuatro años después, en el 2011, Nicolas Vaudelet decidió dar un paso adelante creando su propia marca.
La nueva colección que hoy nos presenta se inspira en el surrealismo del Testamento de Orfeo de Cocteau. Quizá porque ha llegado el momento de hacer balance de su vida y su obra, o porque sus ansias de reinventarse con cada nueva colección le llevan a beber de fuentes como Madeleine Vionnet, Mme. Grés, Elsa Schiaparelli o Salvador Dalí, a través de la visión surrealista de los artistas europeos de los años 40, época muy presente en todas las prendas de la nueva colección.
En este sentido, hay que decir que le han echado un cable las Iglesias. No, no nos referimos a las catedrales (aunque sabemos que es muy devoto de las vírgenes sevillanas), sino a la creatividad de una de las últimas artesanas en arte plumario de España, Henar Iglesias, y al savoir-faire de su madre, Charo Iglesias, que ha sido la artífice de esos increíbles tocados que reproducen la feutrée figura de las calaveras (probablemente, un guiño a su admirado McQueen).
La ambigüedad o, mejor dicho, esa estética intrínsica a todo lo que tenga que ver con lo ambiguo - a la que tan bien hizo alusión Cocteau en su película -, se manifiesta en la mezcla de los tejidos y en los cortes drásticos en las prendas.
Es como si los materiales conviviesen como en estados contradictorios entre el sueño y la realidad: la franela con el satén, el punto con el terciopelo, el cuero con el metal". ¡Surrealismo en estado puro!
Según aclara el propio Vaudelet:
"La clave está en el collage de piezas compuestas a modo de recortable: americana-vestido, perfecto-abrigo, bomber-mochila, donde la sastrería clásica masculina contrasta con el ultra femenino de los drapeados de la escultura griega".
La carta de colores de las nueva colección Orfeo, presentada por la modelo Iveta S, comprende tonalidades que van del negro al blanco, pasando por el gris, o el azul marino con toques rojos, plata y oro. ¿Os gusta? ¿Conocíais la trayectoria de este diseñador bretón con alma sevillana?
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