En este período del año, cuando faltan menos de veinte días para la llegada de la Navidad, las estrellas de plástico o purpurina van invadiendo, poco a poco, nuestras ciudades y nuestras casas para aportar un toque brillante y luminoso a la decoración.
Da igual lo hermosas que puedan llegar a ser. Ninguna podrá rivalizar con la belleza natural de un auténtico copo de nieve como los que ha inmortalizado el fotógrafo Andrew Osokin.
Este fotógrafo especializado en macrofotografía ha optado por captar, en una serie a la que ha bautizado con el nombre de Snowflakes, la belleza efímera de estos copos de nieve, para compartir con nosotros sus sorprendentes formas.
Formas complejas y geométricas como podemos constatar a través de esta selección de fotos. Podéis admirar el resto de los Snowflakes de Andrew Osokin entrando en la web del fotógrafo. ¡Qué verdad es aquello de que muchas veces la realidad supera a la ficción! Las fotos son preciosas, y la naturaleza un gran misterio que nunca deja de sorprender. ¿No os parece?
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