No siempre la obra del hiperrealista Jeff Koons es de mi agrado, siempre me impacta, aunque no me gusta. Pero los Tulipanes al aire libre en la explanada del Museo Guggenheim de Bilbao fueron de una de las obras que más me gustaron y continuan gustándome cada vez que visito el museo.
Una obra de arte perteneciente a una serie de esculturas llamada Celebración Koons. Creado en cinco versiones únicas, los tulipanes es una de las esculturas más grandes y espectaculares del controvertido artista americano.
La escultura representa a un ramo de flores de globos retorcidos, que han sido emitidos en acero inoxidable y llevado a un espejo de alto brillo y chapada en un espectro de colores vivos y fue comprada en una subasta el año pasado por 33.682.500 dólares, ahora sabemos que por la cadena de Hoteles Wynn Las Vegas, Resort&Casino.
La superficie brillante y vívida paleta de colores de la escultura de acero meticulosamente esculpido reflejan cuanto hay a su alrededor, como un immenso caleidoscopio de color y repleto de infinitos reflejos, creando la sensación de ingravidez, como esas pompas de jabón que soplan los niños, pero, paradójicamente, es pesado, ya que se emplearon más de tres toneladas de acero inoxidable cromado.
Ojalá Jeff Koons siempre hiciera esculturas naïve, como los Tulipanes del Museo Guggenheim y del Wynn Casino y Resort de Las Vegas.
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