Situado entre Positano y Amalfi, en los acantilados de las famosas Montañas Lattari, se encontraba el Monasterio de Santa Rosa, edificado en el siglo XVII, habitado por las monjas de Santa Rosa, famosas en toda Italia por hornear deliciosos pasteles rellenos de crema , conocidos como sfogliatelle, una concha en forma de pasta rellena.
El Convento se vendió en 1800 y fue convertido en uno de los 39 hoteles castillo que existen en Italia. Posteriormente, en el año 2000 fue adquirido y restaurando con mimo por Bianca Sharma, actual propietaria que lo convirtió en un hotel y spa, con la garantía de que el sosiego y el relax iban a ser las constantes del nuevo establecimiento.
Así que los detalles arquitectónicos originales se han mantenido a través de los siglos. En el borde de un acantilado, la imponente estructura se alza sobre el mar con la majestuosidad de una atalaya, siendo la principal beneficiada por esta situación, la espectacular piscina infinita, tallada en la roca del acantilado del Monte San Pancrazio bajo los jardines de Santa Rosa. La piscina tiene forma elíptica y el agua se funde con el mar, desapareciendo entre el horizonte y el cielo.
Los jardines de Santa Rosa son un paraíso semi-tropical en la tradición de las fincas exclusivas y palaciegas villas italianas de antaño. un fantástico paisajismo ha ido convirtiendo el acantilado en bancales y en cada nivel hay terrazas con amplias vistas panorámicas de la tierra, el mar y el cielo, que culminan con la piscina.
Una cascada de lugares preparados para relajarse y disfrutar el día. Cabañas privadas, camas balinesas o tumbonas en el lounge de la piscina, los jardines están comunicados mediante escalinatas y pasadizos entrelazados que fluyen libremente. Desde todos los ángulos, una nueva perspectiva de la Costa de Amalfi y Golfo de Salerno, unas impresionantes vistas de Amalfi, Praiano y pintoresco pueblo pesquero Conca dei Marini abajo.
Como recuerdo inolvidable del pasado de la propiedad, el 20% de las plantas que crecen en el jardín de las monjas son de uso terapéutico o comestibles, ya que las monjas de Santa Rosa preparaban fórmulas terapéuticas naturales cuando habitaban el convento en el siglo XVII.
Las celdas de antaño se han convertido por obra y gracia de un interiorista local en 20 habitaciones y suites, cada una el nombre de una hierba de las monjas. Techos abovedados y la estructura primaria de las celdas, han sido conservadas y se han unido entre sí con baño privado para crear elegantes habitaciones, todas con vista al mar.
Los ambientes elegantes han sido recreados con ayuda de antigüedades italianas atemporales. Todas las comodidades del siglo XXI se pueden encontrar en estas fantásticas suites. El objetivo sigue siendo las vistas.
Las suites históricas tienen en los muros fotografías en blanco y negro tomadas antes de la renovación evocando con ello el pasado espiritual. Las suites varían de tamaño y cada espacio de Monastero Santa Rosa es completamente único.
El spa del Monastero Santa Rosa es un viaje al pasado, a la Italia decadente de la dolce vita, ya que han conseguido fusionar las comodidades modernas de un balneario decadente dentro de los muros originales. La tradición italiana de baño dentro de una serie de salas termales se representa a través de un diseño que fluye sin problemas de lujosas áreas de tratamiento secuencial.
Cada espacio conserva los antiguos techos abovedados que encajonan auténtico patrimonio del monasterio y siglos de historia a sus espaldas el granito cuentan la historia de la comunidad que ofrecen santuario, la curación y consuelo.
Me parece un lugar maravilloso para unas vacaciones relajadas antes de volver a la vorágine de la vida cotidiana.¿ Que mejor sitio que Monastero Santa Rosa para pasar la Semana Santa?
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