The Lab Room, nació de la mano de Mónica Ceño Elie-Joseph en el año 1999 - hija de un manchego y de una libanesa criada entre Haiti y Nueva York -, como una respuesta a sus necesidades personales y a las necesidades de una clientela cosmopolita, con tratamientos basados en terapias naturales, aromaterapia y técnicas orientales, revolucionando así el concepto del espacio de belleza convencional que se conocía hasta la fecha.
En el año 2004 nació "The Lab Room Beauty Collection" que es una línea cosmética exclusiva, unisex y sofisticada, compuesta por productos diseñados para satisfacer y solucionar las necesidades de belleza, con productos multifunción custodiados en un packaging estilizado y elegante, ligeramente retro, que en sus fórmulas combina las notas de geranio, rosas y cítricos con aromas amaderados, por lo que no tardó en convertirse en una alternativa muy sugerente con respecto a la cosmética masiva.
Desarrollada en España, Francia, Suiza e Indonesia (recordar que la madre de Mónica vivió hasta los nueve años en Haiti), la línea incluye productos sensuales y aceites puros, cremas y velas que al combinarse y utilizarse en conjunto recrean la experiencia sensorial de los tratamientos que se suelen aplicar en aquellos países.
La visión de Mónica Ceño no tardó en cosechar un rotundo éxito, convirtiéndose, al poco tiempo, en un multiespacio para la belleza, y el punto de referencia de tratamientos y productos novedosos por excelencia.
Para su nueva campaña publicitaria, Mónica Ceño ha vuelto a confiar en el arte del fotógrafo Bernardo Doral y, entre los dos, han pensado en una campaña donde el carácter auténtico y quijotesco de los castellano-manchegos que parece que trasciende (¡acordaros sino de Pedro Almodóvar) se mezclase con la perfección Suiza de sus productos, en una producción donde el producto fuese un personaje más de la campaña.
Desde Embelezzia nos pusimos en contacto telefónico con Mónica Ceño, fundadora de The Lab Room, para que nos explicase de primera mano, el hilo conductor de su nueva campaña publicitaria:
“Queremos reivindicar que somos una marca española, con una campaña hecha por un fotógrafo español y con protagonistas españoles. Nuestra nueva y atemporal campaña, fotografiada por Bernardo Doral, cuenta con dos protagonistas vinculados al arte: la cantante Vega y el ex banquero, escultor, fotógrafo y director artístico de IADE, Pedro Monjardín".
"Carismática, única, irrepetible. Así es, no sólo la cosmética de The Lab Room, sino también la personalidad de los protagonistas de la nueva campaña de nuestra marca a la que hemos bautizado con el nombre de “Timeless Beauty Objects”.
"Pedro es un hombre del Renancimiento, a quien considero un buen amigo. Vega era clienta del centro. Llegó a nosotros a través de su amiga Malú. El día que la conocí en persona, me impresionó mucho su cara, su fuerza y energía. Luego, tuve oportunidad de oír las letras de sus canciones, y conectamos. Me la imagino vestida de torera, de maja de Goya, igual que me imagino a Pedro como un Quijote de nuestros tiempos".
La nueva campaña combina las magníficas imágenes en blanco y negro de Bernardo Doral con frases extraídas del famoso Cuarteto de Alejandría escrito por Lawrence Durrell, una tetralogía que presenta cuatro perspectivas diferentes de un mismo conjunto de personajes.
"Era el libro favorito de mi padre, y con 16 años me lo dio para leer porque, según él, había que saber que las historias nunca son unilaterales, sino poliédricas". El caso es que Mónica ha seleccionado, para su nueva campaña, extractos tan bonitos y sugerentes como:
"Las caras son mapas, que merecen ser recorridos, pues cuentan una historia: honrra sus caminos, se tú mismo, y el resto vendrá sólo".
"Sólo hay tres cosas que se puedan hacer con una mujer: puedes amarla, sufrir por ella o transformarla en literatura".
Para quien sienta curiosidad por la trayectoria de los dos artistas que han prestado su rostro para la nueva campaña, comentar que Vega acaba de lanzar su single de presentación, “Treinta y tantos”, adelanto de su quinto álbum, “Wolverines” (tema que canta a dúo con Raphael), y que cuenta con otras colaboraciones estelares como la de Budiño o Arturo Sandoval. Su poderosa presencia, su mirada magnética y su alma rockera protagonizan estas imágenes.
Pedro Monjardín combina de forma impecable sus facetas de diseñador, docente, coleccionista de arte y apasionado de la fotografía, una pasión que confiesa tener desde que a los doce años cogió su primera cámara, y que desde 2007 ha compartido con el público a través de diversas exposiciones de su obra.
Mónica Ceño se despide diciendo:
"Nuestros productos - al igual que nuestros embajadores de excepción -, evocan la belleza atemporal, que transmite pureza, distinción y fuerza. Nos inspiramos en las caras, en los sueños, y en los viajes, para que nos guién a través del espejo a un mundo mágico lleno de flores, plantas y especias, para el deleite de los sentidos. Os animo a hacer un viaje al país de los recuerdos, y disfrutar del camino".
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