Seis años después de la caída de las torres gemelas, el distrito financiero de Manhattan vuelve a recuperar el esplendor perdido con la apertura de tiendas de grandes marcas como es Tiffany, todo un emblema del lujo neoyorkino.
Está ubicada a metros de la Bolsa, en el número 37 de Wall Street y es el segundo local de la joyería en Nueva York después de su famosa sede de la Quinta Avenida. Según comentaron directivos de la marca han querido volver a sus raíces luego abrir tantas tiendas alrededor del mundo.
El local tiene una superficie de 3.400 metros cuadrados, techos altos, paredes de mármol y una gran escalera en forma de “S”, una luminosa decoración que resalta el brillo de las joyas. Posee además dos salones privados decorados en madera con luces de LED que permiten observar las piedras con diferentes clases de iluminación.
Este tipo de firmas sabe muy bien dónde pone el ojo. La zona sur de Manhattan se está convirtiendo en un elegante barrio residencial con tiendas de lujo como Thomas Pink, Hermés (que abrió el pasado mes de julio) y BMW que cuenta con un amplio showroom. Ahora también los preciosos escaparates de Tiffany deslumbrarán a los peatones.
