Si eres uno de los invitados a la boda real del príncipe Guillermo y Catherine Middleton tu mayor pesadilla no es qué te vas a poner sino cómo seguir las normas de protocolo.
Porque si normalmente la palabra protocolo pone nervioso al más versado en estos temas, las normas inglesas para una boda real pueden ser motivo de pesadillas. ¿Quién querría gafarla durante una boda real? ¡Dios me libre dar la nota y que me señalen!
Lo difícil de las normas de etiqueta y protocolo es encontrarlas, muchas de ellas son tácitas, muchas otras temario de masters celosamente guardados. Imagino que para estar en esa lista de invitados distinguidos, el círculo social en el que te mueves ya te ha enseñado muchas de ellas.
Pero no hay que caer en el error de creer que es una ceremonia más, es mucho más. Cuando es demasiado, lo mejor es prepararse con la antelación adecuada y consultar a un experto en protocolo: cómo escoger, qué llevar, qué decir y cuándo.
Iremos ahondando lo máximo posible en el protocolo no tan evidente del evento hasta el día de la ceremonia el próximo 29 de abril 2011. Las tres normas básicas anunciadas por los expertos en protocolo Sarah Hayward y William Hanson ya han dado la vuelta al mundo:
* No llegar tarde puesto que tras la Reina Isabel solamente pueden llegar los novios y sus acompañantes.
La Reina Isabel es intocable: no se la puede abrazar, ni besar, ni siquiera dirigirle la palabra. Extensible al resto de miembros de la família real.
¡Prohibido twittear!
Ni enviar tweets ni actualizar el Facebook durante todo el desarrollo de la ceremonia. No me entra en la cabeza quién podría estar operando con el móvil durante el evento. Que sí, que es lo que se lleva y que ha cobrado una fuerza desmesurada en redes sociales pero la idea me parece grotesca. Una falta de respeto. Ya no entiendo cómo alguien puede acudir a un evento importante con el móvil abierto, si viera a alguien twitteando creo que le chafo el pie con mi tacón de aguja. Y con una gran sonrisa.
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