A orillas del mar, a pie del arenal de Luanco, se encuentra un espacio de inspiración retro que combina con estilo detalles modernos y originales, otorgándole un exquisito carácter misceláneo. Se trata del restaurante-confitería La Playa de Luanco, un local con un cuidado interiorismo que derrocha encanto y que, aunque abre 365 días al año, durante el verano se convierte en una ventana al plácido mar azul donde los más golosos y amantes de la buena repostería pueden disfrutar de unos desayunos y meriendas que parecen sacados de un cuento.
Y es que diariamente preparan tartas, cupcakes, bizcochos y pasteles que quitan el sentido. Entre algunas delicias destacan el Carrot Cake, la tarta Red Velvet u otras como la de lavanda y arándanos o la de chocolate blanco, frambuesas y grosellas.
Con una preciosa presentación que hace que primero entren por los ojos, resultan perfectas si se acompañan, por ejemplo, con un buen chocolate a la taza para merendar, o con un zumo de naranja natural y recién exprimido para desayunar.
Durante los almuerzos y cenas, también se puede disfrutar de una cocina de mercado que busca el aprovechamiento del producto estacional, garantía de calidad, y en la que sobresalen platos como el pulpo braseado con patata y emulsión de piquillos, las vieiras sobre crema de calabaza y velo ibérico, el Fish and Chips, o postres como la tarta de queso con base de marañuela y puré de frambuesa. Y los sábados, domingos y festivos disponen de un Brunch por tan solo 19,90 euros.
Aquí se encuentra también la terraza de moda. Un espacio chill out, cubierto y con vistas al mar, ideal para disfrutar entre amigos o en pareja, donde se sirven los mejores combinados mientras se puede escuchar la mejor música.
Los paladares más curiosos disfrutarán con un corner donde podrán adquirir delicatessen internacionales, curiosos libros de gastronomía y decoración, y porcelanas perfectos para regalar cuando nos invitan a comer.
Decorado con un exquisito interiorismo inspirado en los locales marineros nórdicos, dispone de una terraza que es una auténtica ventana al mar donde disfrutar del relax del verano y de una deliciosa repostería artesanal. ¡Imperdible!
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