No suelo ser envidiosa, pero desde que vi el maravilloso riad (casa tradicional árabe con una fuente en el centro del patio interior) de la directora de Vogue Italia, la gran Franca Sozzani, en la ciudad marroquí de Marrakech, decidí que mis próximas vacaciones quería pasarlas en una igualita.
Igual, igual no la he encontrado, ya que el riad de Franca, en realidad son los números del dos al seis de la callejuela Al-Soura. En total, más de 800 metros cuadrados. Pero sin embargo he encontrado este riad, pegado al famoso hotel boutique, Riad El Fenn.
La casa recientemente restaurada con gran estilo y atención al detalle, tiene la ventaja añadida de poder utilizar las instalaciones del hotel Riad El Fenn, famoso por ofrecer una amplia gama de tratamientos de belleza como manicura, pedicura, tratamientos faciales y depilación. Profesores de yoga, masajistas y manicuras que se acercarán a la casa a realizar sus servicios. El riad cuenta con cuatro suites y un espectacular solarium en el ático.
Marrakech, su medina impenetrable y su palmar refrescante siempre han sido muy atractivos para la jet-set internacional. A partir de los años 60, como en otras partes de Marruecos, la ciudad vieja se vació de su burguesía, que prefería la comodidad moderna de los espaciosos chalets al estilo occidental, construidos en la periferia. Las riads quedaron abandonadas esa época, sólo algunos "happy few" occidentales se instalaron allí, como Juan Goytisolo, el modisto Pierre Balmain, el perfumista Serge Lutens...
A partir de los años 80, se popularizó en revistas de decoración el "concepto Marrakech", una mezcla de orientalismo y lujo. Marrakech vuelve a estar entre los destinos favoritos de los ricos y famosos, de la talla de Jean Paul Gauthier, Sting, Marc Lavoine o los hermanos Costes.
Riad de Franca Sozzani de Vogue
Me declaro absoluta seguidora de Franca Sozzani, y también quiero riad en Marrakech al más puro estilo Las Mil y una Noches. ¿Y vosotros?
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