Si Macaluley Culkin se quedaba solo en casa, servidora se ha quedado atrapada en Nueva York. Efectivamente no es mal sitio para quedarse encerrado pero todo lugar es malo cuando no se puede salir de él...Así que lo que empezó como una larga excursión a la ciudad en la que todo puede suceder se ha convertido en un paradigma en sí mismo: si Benetton titulaba el lanzamiento mundial de su nueva campaña It's my time, no ha podido toparse con mejor coyuntura que la erupción de un volcán. Porque estoy segura de que los responsables de esta firma italiana que quería buscar su sitio en una urbe efervescente no se arrepienten de haber elegido este lugar como base de operaciones a pesar de haber quedado retenidos en su bullicio.
¿Qué mejor telón de fondo que un cráter que no da tregua para lanzar un mensaje de pasión, ímpetu y ganas de comerse el mundo?
Y es que esa es la sensación que desde mi llegada a la Gran Manzana me trasnmitieron los finalistas del casting mundial que meses atrás había lanzado en la red Benetton en busca de nuevas caras para sus ya celebérrimas y multiculturales campañas en grupo. No se conocían entre ellos, se habían puesto cara y comentado online, pero se veían por primera vez en el idílico marco de la Gran Manzana. Mejor comienzo imposible para unos muchachos venidos desde diferentes puntos del globo pero con un carisma en común: la espontaneidad.
Atentos al amor que se profesan con solo dos días de antigüedad.
Continuará...
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